La reina Sofía apuesta por el mix más elegante y sofisticado para el concierto anual de Pascua en Palma de Mallorca

La reina Sofía ha apostado por un mix elegante y sofisticado, formado por unos pantalones de raso, una blusa estampada y una sobrecamisa holgada, en tonos verdosos

Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 26 de marzo de 2024, 06:54

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La reina Sofía (84 años) tiene una agenda imparable. En los tres meses que llevamos de 2024, la madre de Felipe VI (55 años) ha demostrado que su compromiso con su papel institucional no ha menguado ni un poquito. La entrega de Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, la misa funeral por su hermano Constantino de Grecia o la actividad solidaria para recoger desperdicios del río Manzanares son algunos de los muchos actos en los que Doña Sofía no ha deleitado con su naturalidad y curiosidad, así como de su impecable gusto estilístico.

Sin embargo, la cita de hoy tiene un gusto agridulce. Por un lado, se trata de uno de los eventos a los que la esposa del rey emérito Juan Carlos lleva acudiendo desde hace varios años, transmitiendo su profundo vínculo con la isla balear. Por otro lado, tiene lugar en el mismo sitio donde hace seis años vivió su mayor encontronazo, de forma pública, con su nuera, la reina Letizia (51 años).

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¿De qué hablamos? Pues del concierto anual de Pascual que tiene lugar en la Catedral-Basílica de Santa María de Mallorca. La madre de la infanta Elena (60 años) ha presidido este evento en el que todo lo recaudado irá al Projecte Home Balears, una iniciativa cuya misión gira en torno a las persona drogodependientes. Concretamente, previene, atiende y da respuesta a las necesidades y problemas que experimentan estas personas. Programas de prevención, tratamientos específicos, terapias individualizadas y salidas eficaces y precisas hacen que su labor sea totalmente esencial. 

La Orquesta Sinfónica de Les Illes Balears, dirigida por Pablo Mielgo, la Coral de la Universitat de les Illes Balears, encabezada por Núria Cunillera y la Capella de la Seu, conducida por Joan Company han sido las encargadas de interpretar "Réquiem" de Mozart. A esta exquisita melodía se han sumado las voces de la soprano Irene Mas, la mezzossoprano Begoña Gómez, el tenor Joan Lainez y el barítono Josep Miquel Ribot.

La reina Sofía apuesta (y gana) con un mix elegante y sofisticado para el concierto anual en Palma de Mallorca

La reina Sofía sabe que esta cita es una de las más especiales para ella y, por eso, siempre se esfuerza un poquito más en sus estilismos. En esta ocasión, la abuela de Irene Urdangarin ha optado por unos pantalones satinados de pernera recta y una blusa estampada con figuras geométricas y florales. Un poncho también satinado y en la misma tonalidad verde que la prenda inferior ha llamado la atención con sus mangas anchas y con bordado étnico. Un conjunto que ha transmitido sobriedad, a la vez que sofisticación.

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Los complementos han jugado un papel importante también. La reina ha optado por un bolso negro de cadena larga para llevar sus pertenencias, que combinaba a la perfección con los colores oscuros del outfit. Eso sí, si algo ha acaparado la atención han sido las joyas. Un grueso collar dorado, junto a otros colgantes más discretos, adornaban el cuello de la esposa del rey emérito. Además, la madre de la infanta Cristina ha usado unos llamativos anillos en ambas manos.

Junto a ella ha estado en todo momento su hermana Irene de Grecia que se ha decantado por un estilismo totalmente negro. No es de extrañar ver juntas a las hermanas, ya que son inseparables. Desde la muerte de su madre, Irene vive en España junto a la reina Sofía. Un apoyo inigualable que demuestra el fuerte vínculo entre ellas. 


 

La reina Letizia rompe con una de las tradiciones más importantes de Semana Santa

Aunque esta vez hemos visto a la reina Sofía sola, hace no tanto esto no solía ser así. El 3 de abril de 2018, sin ir más lejos, la emérita acudía a la misa del domingo de resurrección junto a su hijo, su nuera y sus dos nietas en la Catedral de Palma, la misma a la que ha acudido hoy. Lo que debía ser un día de vacaciones de primavera tranquilo, se convertía en uno de los momentos más sonados de la Corona española y un momento para olvidar por todos su miembros. 

Al terminar el acto, la familia real se dispuso a salir del templo para marcharse hasta el Palacio de Marivent. Fue entonces cuando la reina Sofía y Letizia protagonizaron un momento de gran tensión que no paso desapercibido ni para los fotógrafos ni los ciudadanos. La emérita se disponía a hacerse una foto con sus nietas Leonor y Sofía, cuando la reina se interponía entre ellas y el foco de las cámaras. Su objetivo era claro: no exponer a sus hijas, una estrategia que los reyes han mantenido desde que sus pequeñas eran bebés.

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Sofía intento hacerse a un lado para conseguir su ansiada instantánea, pero la monarca volvió a impedirlo. Era entonces cuando ambas cruzaron un par de palabras escuetas y secas que, aunque nadie oyó, demostraban el enfado de ambas. Finalmente, ante la mirada sorprendida de sus maridos, ambas reinas dieron el momento por finalizado y continuaron con su ruta. Eso sí, la cara de malestar de la reina Sofía no engañaba a nadie.

Un año después la familia real volvería a reunirse con la emérita en este acto, pero sería la última vez. A partir de 2020, la reina Letizia rompió con esta tradición de una vez por todas. Una forma de marca distancia no solo con lo que pasó aquel fatídico día, sino también para dejar claro que los reyes actuales no eran como los anteriores monarcas. Su objetivo es crear sus propias tradiciones y que estas tengan un significado. Por eso en 2022 visitaron un centro de refugiados ucranianos y en 2023 sea acercaron a celebrar el 60 aniversario de la Pasión Viviente de la localidad madrileña Chinchón.

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