Los Reyes se han trasladado hasta Aranjuez este martes para presidir la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes y el consiguiente almuerzo con los Patronos y los embajadores iberoamericanos acreditados en España. Para esta ocasión, doña Letizia ha apostado sobre seguro con un diseño que lleva en su vestidor más de dos años y que desde entonces está en la lista de los looks más aplaudidos de la consorte.
Pasadas las 12.30 horas, doña Letizia y don Felipe recibían a todos los invitados en el Palacio Real de la localidad madrileña, momento en el que hemos podido comprobar que la consorte se resiste a dar carpetazo al verano con un look propio de los meses más calurosos. Se trata de un vestido de manga corta ligeramente abullonada, escote cruzado en V, favorecedora silueta wrap y largo asimétrico con un discreto volante que potencia sus curvas de una forma elegante y sublime. El diseño, firmado por la marca andaluza Cherubina y que la Reina estrenó en junio de 2019 en Sevilla, está completado por un botón en la cintura que lo hace aún más especial. Si bien en aquella ocasión apostó por un total look red, esta vez elegía complementos en color nude.
La pieza que ha marcado la diferencia de este estilismo ha sido, sin duda alguna, los pendientes que ha estrenado. Doña Letizia ha ampliado su joyero con una pieza de diamantes y rubíes valorados en 1.600 euros. Una vez más, la madre de Leonor y Sofía ha recurrido a la firma Gold&Roses, un conjunto de pendientes minimalista y elegante, que se adapta a la perfección al estilo de la consorte. Desde la web de la marca lo definen como "una declaración de principios y de sentimientos a través del rojo: amor, belleza y libertad", sin duda, una serie de valores con los que doña Letizia se siente muy identificada.
Teniendo en cuenta lo especial de la joya, no sería de extrañar que estos pendientes hubieran sido un regalo con motivo de su 50 cumpleaños.