Este domingo 8 de septiembre ha estado marcado por el último adiós a Juan Gómez-Acebo. El primo del Rey falleció el pasado 12 de agosto en Palma de Mallorca tras una larga enfermedad, pero su familia decidió retrasar su funeral para facilitar que todos sus familiares y amigos pudieran estar presentes.
Así, esta mañana, el rey Felipe, en solitario, llegaba al cementerio de San Isidro de Madrid donde ha tenido lugar una primera misa y posterior entierro. Inmediatamente después, se unía a él la infanta Cristina junto a tres de sus hijos: Pablo, Miguel e Irene. Ha llamado la atención en esta primera cita la ausencia de la reina Letizia, así como la de la infanta Elena y los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Pues todo responde a un motivo. Esta tarde ha tenido lugar una multitudinaria misa homenaje al fallecido en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid. Un acto solemne previsto para las 20.30 horas que, esta vez si, ha contado con la presencia de doña Letizia.
Con rostro aliviado pero saludando con una sonrisa tímida a los medios allí congregados, los monarcas eran recibidos a las puertas de la iglesia por Simoneta, Beltrán y Bruno Gómez-Acebo, hermanos de Juan. Un gesto de cariño con el que vuelven a dejar claro que su relación es cordial.
El reencuentro público de Letizia con la infanta Cristina y el rey Juan Carlos
Tal y como marca el protocolo, los reyes han sido los últimos en llegar al templo. Antes de ellos lo hacían Simoneta, Beltrán y Bruno Gómez-Acebo, hermanos de Juan, quienes han perdido en solo cinco meses a sus dos hermanos. A ellos se sumaba la infanta Cristina con sus hijos, así como los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Hace tiempo que se hizo evidente que las relaciones entre los miembros de la familia real española estaban cambiando.De una distancia total y absoluta entre los reyes y las infantas Elena y Cristina, en el último año han tenido lugar varias citas familiares que reflejan un llamativa unidad.
La puesta de largo de la princesa Leonor, el 60 cumpleaños de la infanta Elena, el aniversario de doña Sofía o la reciente mudanza de Miguel, Juan e Irene Urdangarin a Zarzuela han sido solo algunos de los gestos de acercamiento entre los Borbón y Grecia. Acercamiento que llegaba a su punto álgido el pasado fin de semana con la primera imagen de Felipe y Cristina juntos en la boda de Victoria López-Quesada.
La prueba de fuego de la reina Letizia: ¿Cómo es la verdadera relación con los Gómez-Acebo?
La familia Gómez-Acebo ha tenido que hacer frente este año a dos dolorosas pérdidas. Primero fue Fernando, el hijo menor de Pilar de Borbón, el que fallecía debido a una dolencia pulmonar que arrastraba desde hacía tiempo. Y, luego, la muerte de Juan el 12 de agosto sumía a toda la familia en una profunda tristeza.
Al tratarse de un acto privado y familiar no había confirmación de si doña Letizia arroparía a la familia Gómez-Acebo o no, pero finalmente, y después del plantón de esta mañana, no ha dudado en acompañar a su marido. Un reencuentro familiar que se repite cinco meses después y con el que la Reina ha querido zanjar la polémica que existe entorno a su relación con los primos de don Felipe.
Además, también entra en juego el cara a cara público con la infanta Cristina y el rey Juan Carlos. Después de años distanciados, la hermana del Rey ha recuperado parte de ese vínculo tan especial que mantenía con don Felipe. Pero, ¿qué hay de su reconciliación con Letizia? Este reencuentro ante las cámaras será una auténtica prueba de fuego para la Reina que podrá tener dos resultados: el convencimiento de que la reconciliación familiar es real. O, por el contrario, que la tensión sigue ahí a pesar de lo que nos quieren hacer ver.
Eso sí, lo que está claro es que, al margen de la situación entre los miembros de la realeza, la reina Letizia tiene una línea roja inamovible: sus hijas, Leonor y Sofía. Desde que eran pequeñas, la esposa de Felipe ha blindado la intimidad de sus hijas, a la vez que se las ha distanciado de todas las polémicas familiares. Una forma de mantener intacta la imagen de las jóvenes, que representan el futuro de la Corona. Es precisamente por esto que Doña Letizia no permitirá que sus hijas se involucren en ningún escándalo.