Su primera imagen desde su viaje a París y desde que los médicos la pusieran en cuarentena. La reina Letizia ha reaparecido en un acto en Zarzuela, pero sin saltarse el confinamiento, y acompañando al rey Felipe. Los reyes han mantenido una reunión por videoconferencia con el sector de la distribución este jueves 26 de marzo, el mismo día que Felipe se ha desplazado hasta el hospital de campaña que se ha instalado en Ifema para luchar contra el coronavirus.
Las imágenes han sido publicadas desde la cuenta oficial de Casa Real en Twitter y han sido tomadas durante la reunión telemática de sus majestades con el sector de la distribución alimentaria, representada por Juan Roig, presidente de Mercadona.
Se trata de las primeras instantáneas de la reina en diez días y en medio de la polémica de las sociedades 'offshore' del rey Juan Carlos. Para este encuentro virtual, Letizia ha optado por un sobrio 'working girl' look de inspiración marinera. La reina consorte llevaba un elegante traje sastre (uno de sus atuendos favoritos, por su comodidad y versatilidad), que ha complementado una camiseta a rayas azules y blancas, y unas bailarinas planas en el mismo tono. Asimismo, ha decidido dejar su cabello suelto y ha vuelto a lucir el anillo artesanal que no se quita nunca, creado por la diseñadora Karen Hallam.
No están siendo unas semanas fácil para la casa real española en general, y para los reyes en particular, como ha explicado este miércoles Pilar Eyre en su blog de Lecturas. El aislamiento de Letizia, que fue obligada a mantener la cuarentena a pesar de haber dado negativo en coronavirus, y el escándalo del rey emérito, les ha pasado factura.
La reina consorte había estado en contacto con Irene Montero, ministra de Igualdad, pocos días antes que esta diera positivo en coronavirus. Sumadas a las medidas de higiene y seguridad que se estaban trasladando desde el gabinete de crisis contra el brote que se había formado desde el gobierno, desde Casa Real se tomaban también las suyas. Se cancelaban actos programados en su agenda y se acortaba su viaje a París. La situación se volvía más espinosa con el comunicado en nombre del rey Felipe renunciando a la herencia de su padre y retirándole su asignación anual.