¡No para! Recién llegada de París, donde ha vivido cuatro apasionantes jornadas de deporte arropando a la delegación española, la reina Letizia (51 años) no ha querido perderse la primera salida familiar en Mallorca.
Se había hablado mucho de en qué momento coincidirían los reyes y sus hijas en el Palacio de Marivent en el que está siendo el verano más atípico e intenso de los últimos años, y aunque solo estarán unas horas juntos, ya que don Felipe viajará a París este mismo lunes, han querido dejar constancia de su reencuentro de manera pública en uno de los restaurantes más populares de la isla.
Alrededor de las 21.00 horas, la familia real sorprendía a todos al abandonar el palacio para disfrutar de una salida informal marcada por la ternura y preocupación de Leonor y Sofía con Irene de Grecia y la princesa Tatiana. Por segundo año consecutivo, han elegido el restaurante Mia, ubicado en el Portixol, para disfrutar de una velada en familia y la mejor gastronomía local. Aunque lo cierto es que llevan unas semanas incansables, no les veíamos juntos desde el pasado 15 de julio cuando festejaron junto a la selección española de fútbol la ansiada Eurocopa.
La maleta de verano de la reina Letizia siempre es motivo de interés dentro y fuera de nuestras fronteras. Tras deleitarnos con dos looks muy diferentes a la par de estilosos, este domingo no defraudaba con un veraniego vestido de color rosa que se ha colado directamente entre los favoritos del verano.
Se trata de un diseño muy elegante a la par que fresco con un original estampado floral, favorecedor cuello halter, falda de vuelo y largo asimétrico que la Reina ha completado con unas cómodas y prácticas sandalias doradas. Un diseño que se ha estrenado en su armario este mes de agosto y que pertenece a la diseñadora española Virginia Vald. No faltaba, como cada año su guiño a la isla balear en forma de complementos: su cartera de mano estampada de la firma local Feel Mallorca.
La reina Letizia inaugura sus verdaderas vacaciones en Mallorca
Siempre se ha dicho que el único motivo que escondía la animadversión de la reina Letizia con Mallorca era ese sentimiento de que su estancia en Marivent nunca han sido vacaciones. La exposición mediática constante de la madre de Leonor y Sofía en la isla balear era motivo de enfado, y aunque lo cierto es que ha terminado por aceptar su rol, intenta mantener esa faceta más privada lejos de la mirada de los curiosos.
Sin ningún compromiso institucional en el horizonte, doña Letizia podrá disfrutar, al fin, de sus merecidas vacaciones de verano. Unos días de descanso y desconexión alejada por completo del foco mediático en el que aprovechará para disfrutar del tiempo junto a sus dos hijas antes de que ellas retomen sus compromisos profesionales lejos de casa.
De la misma forma que hoy, no sería de extrañar que los reyes y sus hijas nos sorprendan con alguna que otra salida sorpresa. Cenas en familia, paseos por la isla, visitas culturales... Eso sí, durante los próximos días el Palacio de Marivent será solo para chicas ya que don Felipe tiene previsto viajar a París este lunes para mostrar su apoyo personalmente a todos los deportistas españoles que todavía luchan por una medalla.
Las divertidas anécdotas que han marcado la estancia de la reina Letizia en los Juegos Olímpicos
La reina Letizia le tomaba el relevo a sus hijas Leonor y Sofía en los Juegos Olímpicos de París el pasado martes. Desde la grada, la consorte ha animado como la que más a todos los deportistas españoles durante cuatro intensas y apasionantes jornadas. Imágenes que han copado infinidad de titulares hasta el punto de convertirse en un meme viral.
Doña Letizia sorprendía a Carlos Alcaraz en las gradas de Rolland Garros y las cámaras de televisión la captaban en una posición con los brazos cruzados que, sumado al uso de gafas de sol, a muchos les recordaba a una inspectora de policía. Además, la Reina visitó la zona de periodistas para conocer de cerca la forma de trabajar y no tenía reparos en abrazar a los deportistas incluso cuando estaban totalmente sudados.
Sin duda, imágenes para el recuerdo que confirman esa evolución de la Casa Real a una institución más moderna y cercana.