La reina consorte Camilla (75 años) está entusiasmada con que sus nietos también formen parte de la coronación del rey Carlos III, el próximo 6 de mayo. La royal está muy unida a sus dos hijos, Tom Parker Bowles y su hija Laura Rose Parker Bowles, apodada Laura Lopes y a los nietos que ambos descendientes les ha proporcionado a lo largo de estos años.
La mujer de Carlos III es una abuela orgullosa de cinco nietos, Lola (15 años) y Frederick (12 años) son los hijos de Tom Parker y su esposa, mientras que Laura Lopes tiene tres vástagos junto a su esposo Harr: Eliza (14 años) y los gemelos Gus y Louis ( 13 años). La unión que existe entre la futura reina consorte y ellos es extraordinaria, es más, el rey Carlos también se encuentra muy unido a estos adolescentes, que conoce desde que son muy pequeños.
Los hijos y nietos de Camilla de Cornualles durante el funeral de Isabel II
El papel que desarrollarán los nietos de Camilla Parker en la coronación de Carlos III
El evento histórico que tendrá lugar el 6 de mayo de este año, es el mejor escenario para sacar a la palestra a los nietos de la futura reina consorte, Camilla. Los hasta ahora desconocidos nietos, pueden tener un papel fundamental en la coronación de Carlos III. Y es que la petición de la esposa de Carlos III ha sido bastante explícita acerca del rol que deben asumir sus descendientes en esta jornada tan emotiva e histórica.
Su deseo es que los cinco adolescentes sujeten el dosel que la cubre mientras ella es ungida como reina consorte con aceite sagrado. Un momento muy íntimo y especial, este rol antes los desempeñaban las duquesas, ya que se trata de una de las partes más sagradas de la ceremonia de coronación. No obstante, Camilla quiere que sean sus nietos, los encargados de presenciar ese momento tan emblemático.
Con la participación de los sucesores de los hijos de Camilla, los actuales reyes podrían empezar a involucrar a estos cinco adolescentes en actos en los que Camilla y Carlos están presentes. Para este matrimonio, son una parte esencial de su familia ya que se sienten muy unidos a todos ellos, a pesar de que el vínculo de sangre no lo compartan con el monarca británico, el sentimiento es como si fueran de su propia sangre.
Camilla Parker podría ser ascender y ser reina de Inglaterra
Antes de que la reina Isabel II falleciera dejó por escrito en una declaración oficial en su 70º aniversario, en el que expresaba cuál sería el nuevo rol de Camilla. "Es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su lealtad".
La posible eliminación del término 'consorte' en su coronación no tendría gran importancia de cara al estatus que pertenece la royal, aunque sí cambiaría su imagen. Algo que sería toda una novedad en la realeza británica e inesperado por el pueblo inglés hace unos años, pero la popularidad de Camilla ha ido creciendo en los últimos años y se ha ganado muchos corazones por el camino.
La primera señal de esta nueva medida que podría adoptar Carlos III, el día de su coronación, llegó hace una semana según ha publicado el medio inglés Daily Mail, en él se afirma que se actualizó el nombre de su club social de lectura, pasó de ser 'Sala de lectura de la duquesa de Cornualles' y pasó a ser 'Sala de lectura de la reina'. Dejando atrás la palabra consorte.
Este mismo medio ha publicado que en el palacio de Buckingham el personal ya se dirige a Camilla como 'reina' y no como 'reina consorte' al resultarles un término demasiado tedioso. En épocas anteriores, mujeres que fueron coronadas como reinas consortes, fueron finalmente conocidas por la población por el término de reinas, sin 'apellido' detrás. Es el caso de Isabel Bowes-Lyon la madre de Isabel II, o María de Teck, esposa de Jorge V, o Alexandra ,consorte de Eduardo VII.
Otro de los grandes cambios que se pueden producir en la coronación de Carlos III es la entrada de monarcas extranjeros a la ceremonia de coronación, algo que rompe por completo con la tradición inglesa. Esta configuración se ha perdurado siglos en Inglaterra, ya que en su momento se dictó que ningún otro miembro de la realeza que ya estuviera coronado, podría estar presente en la coronación de un monarca británico, ya que este momento tan íntimo debía quedar tan solo entre el monarca y el pueblo en presencia de Dios.