Ya son tres los actos oficiales en los que se ha podido ver a la reina Máxima de Holanda en lo que va de año, una cifra muy por debajo de lo normal en la que es una de las agendas más enriquecidas e interesantes de la monarquía europea.
Las causas de esta reducción, que por el momento no se han confirmado, podrían ser de salud, tal y como han informado algunos medios del país cercanos a la Casa Real.
"Hay signos evidentes de fatiga y su peso ha estado fluctuando constantemente en los últimos meses", a lo que se añade que "después de la muerte de Inés, claramente dio un paso atrás. Ha trabajado muy duro en los últimos años y ella se lo ha comentado a su círculo más cercano. Por eso ha bajado un poco el ritmo". Afirmaciones que no se han aprobado ni desmentido por parte de la Corona.
Hoy martes era la tercera vez que la soberana se dejaba ver desde que comenzó el año. Junto a su marido, el rey Guillermo, ha acudido al seminario Indonesia y los Países Bajos: un futuro conjunto, en el centro cultural De Brakke Grond de Ámsterdam. Se trata de una cita previa a la Visita de Estado que los monarcas tiene programada para el próximo mes de marzo, en el que pretender afianzar lazos con Indonesia.
Para la ocasión, a pesar de haber aparecido con un semblante más desgastado y serio de lo que es habitual, Máxima ha optado por un impecable look en el que le ha dado todo el protagonismo a un complemento muy original. De nuevo deslumbrante, la soberana ha escogido un vestido muy sencillo en tono rojo jester muy apagado, de corte midi y con ligera silueta trapecio, que acompañaba de un fino cinturón. Un modelo de Natan, una de sus firmas favoritas, que estrenaba en febrero de 2019.
De nuevo, Máxima apuesta por esta humilde elección a la que ha querido añadir un complemento de excepción con el que deslumbrar a todos los asistentes. Se trata de un original tocado cubierto de plumas en tonos otoñales, una elección que recuerda a la pamela naranja -también adornada con llamativas plumas- que lucía en su viaje a India el pasado mes de octubre.
El pelo recogido por dentro del tocado y unos pendientes con piedras ámbar a modo de colgantes han sido el complemento perfecto para esta elección tan original con la que la reina de los Países Bajos demuestra de nuevo que tiene un estilo digno de admirar.
Queda por resolver el motivo de la reducción de sus citas oficiales. Cabe recordar que, además de su papel como soberana, la esposa de Guillermo de Holanda es Asesora Especial de la ONU, un cargo que le supone mucho más tiempo y esfuerzo, con tres o cuatro viajes mínimos al año a diferentes países. Además, mantiene reuniones constantes en la sede de la organización en Nueva York con el Secretario General, Antonio Guterres.
No se espera volver a ver a la reina hasta el próximo 18 de cuando cumpla otro compromiso oficial junto al rey Guillermo. Una semana después, el próximo día 25, protagonizará el posado familiar en la estación de esquí de Lech.