Camila de Cornualles (76), la actual reina de Inglaterra, está siendo el mayor apoyo del rey Carlos III (75 años) después de que se anunciara que el monarca padece cáncer. La reina consorte ha tomado el mando de la familia real, ante la ausencia del príncipe de Gales, muy preocupado por el estado de salud de su mujer, Kate Middleton, quien también sufre cáncer. Camila arropó al rey Carlos III en su última aparición durante la tradicional misa de Pascua y este 9 de abril celebrarán su 19 aniversario de boda, por lo que planean un viaje privado a su residencia de Escocia.
Un amor incondicional que viene de lejos
El amor de Carlos y Camila viene de lejos, de cuando aún estaban ambos solteros, pero tendrían que pasar muchos años para que ese amor pudiera culminar en boda. Se conocieron en 1970 y se casaron en 2005. Entre medio, los dos estuvieron casados. Carlos se casó en 1986 con Diana Spencer, mientras que Camila se había casado en 1973 con Andrew Parker-Bowles (84 años), militar y compañero de Carlos en el equipo de polo.
La vida de Diana de Gales y su trágico fallecimiento es sobradamente conocida por todos, pero ¿qué se sabe de Andrew Parker-Bowles, el que fue primer marido de la reina Camila?
Romance con la princesa Ana
Andrew Parker-Bowles y Camila Shand se habían conocido en 1965 en una fiesta y mantuvieron un breve noviazgo. Ella tenía solo 17 años y él era siete años mayor que ella. Tiempo después, Andrew Parker-Bowles había tonteado, sentimentalmente hablando, con la princesa Ana de Inglaterra, hermana del entonces príncipe Carlos. Nunca hubo, por parte de la princesa, intención de que aquella relación llegara a más, puesto que Parker-Bowles es de religión católica y no anglicana como la familia real. Pero siempre guardaron muy buena relación, hasta el punto de que Andrew es el padrino de la hija de Ana, Zara Tindall, nacida de su matrimonio con Mark Phillips.
En 1970, cuando Carlos y Camila se conocieron y se enamoraron, Andrew formaba parte del mismo equipo de polo que el entonces heredero de la corona. Carlos y Camila tenían muchas aficiones en común y un sentido del humor que iba en la misma línea. Ella le confesó al príncipe: "Mi bisabuela era la amante de tu tatarabuelo. Siento que tenemos algo en común", le dijo. Conectaron de inmediato, su relación era de total complicidad e iniciaron una historia de amor que perduró y perdura hasta el día de hoy. Pero Carlos, como heredero de Isabel II, no podía eludir los compromisos de su condición y en 1973 debía incorporarse a la Royal Navy, lo que significaba que iban a estar separados durante ocho meses.
Camila dejó a Carlos porque nunca podrían casarse
Claro que por muy enamorados que estuvieran, Carlos y Camila no podían casarse porque los herederos a la corona inglesa tenían que casarse con una mujer virgen y Camila, obviamente, no lo era. Pasaron un fin de semana romántico en diciembre de 1972, antes de que Carlos partiera para incorporarse a la Royal Navy y, tras su marcha, Camila retomó su noviazgo con Andrew Parker-Bowles, conocedora de que jamás podría casarse con Carlos.
En ausencia del príncipe, Camila y Andrew se comprometieron –se dice que fue un matrimonio orquestado por sus respectivos padres– y el 4 de julio de 1973 se casaron en la Guards Chapel de Wellington Barracks, muy cerca del palacio de Buckingham.
Cuentan que cuando Carlos supo de la boda de su amada Camila con su amigo Andrew se encerró durante dos días en el camarote y no quería ni comer ni hablar con nadie. Fue un golpe muy duro para su corazón, pero, una vez superado, no quiso renunciar a su amistad ni, por supuesto, a su amor.
Casados e infieles, pero amigos
Andrew Parker-Bowles no fue muy leal a Camila durante su matrimonio. Casi desde que se casaron, el militar tuvo varias amantes, lo que sacaba de quicio a Camila, aunque al final lo acababa perdonando. También es cierto que Camila seguía viéndose con Carlos, de modo que Andrew tampoco veía mal la 'amistad' que su esposa tenía con el príncipe de Gales.
Del matrimonio de Camila nacieron dos hijos, Tom (49 años) y Laura (46 años) y aunque de puertas para afuera parecían una familia ejemplar, la verdad es que tanto Andrew como Camila mantenían sendas relaciones extramatrimoniales, él con Rosemary Pitman y ella, con Carlos.
La escandalosa separación de Carlos y Lady Di, con la entrevista de Diana a la BBC, en la que reveló que en su matrimonio siempre fueron tres, y los audios íntimos de Carlos y Camila –donde el príncipe aseguró aquello tan soez de que quería ser su tampax–, propiciaron el divorcio de Camila y Andrew en 1995 y, un año después, el de Carlos y Diana.
Andrew se casó con su amante
Al año del divorcio, Andrew Parker-Bowles se casó con su amante, Rosemary Pitman. Ella, que también había estado casada, aportó a este matrimonio tres hijos. Pese a su ruptura matrimonial, Andrew, Camila y Carlos siguieron siendo amigos, como se pudo ver en 2005 cuando, por fin, Camila y Carlos pusieron casarse. Andrew y su segunda mujer estuvieron invitados a la boda.
Desgraciadamente, Rosemary falleció de cáncer en enero de 2010 y Camila se sintió muy conmovida con esta pérdida. Asistió a un funeral en su memoria que se celebró dos meses después y arropó a su exmarido y a los hijos de Rosemary. A este servicio religioso también asistió la princesa Ana, con quien Parker-Bowles sigue manteniendo muy buena relación.
Invitado a la coronación de Carlos y Camila
Con el paso de los años, Andrew Parker-Bowles dejó el ejército con el mando de brigadier y se pasó al mundo de los negocios. En concreto, es el presidente de la inmobiliaria Haslar Developments Ltd y se dedica a la construcción.
Su amistad con Carlos y Camila permanece inalterable. Andrew Parker-Bowles fue uno de los invitados a la coronación de Carlos III y su exmujer, Camila, como reina consorte. Ayudándose de un bastón, Parker-Bowles vio, orgulloso, como sus tres nietos, Freddy Parker Bowles, de 13 años, hijo de Tom, y los gemelos Gus y Louis López, de 13, hijos de Laura, formaban parte del cortejo de pajes de los nuevos reyes.