El príncipe Carlos no quiere ni oír hablar de su hijo Harry. Tras la última entrevista que el duque de Sussex ha concedido, en la que ha vuelto a contar detalles sobre cómo fue su salida de la casa real británica, el heredero al trono ha reaparecido este viernes 14 de abril en Gales, hasta donde se ha desplazado para visitar la sede de BCB International, una empresa encargada de fabricar equipos de protección tanto para médicos como para miembros de las fuerzas armadas.
Una visita durante la que, eso sí, ha evitado hablar de su hijo Harry. A pesar de que su equipo de comunicación avisó a la prensa de que no pensaba contestar a ninguna pregunta que tuviera relación con las palabras del duque de Sussex, quien incluso ha llegado a cuestionar sus labores como padres, un reportero de la BBC le interrogó al respecto.
El príncipe Carlos ha evitado hablar de su hijo Harry durante su último acto público.
“¿Está de acuerdo con el príncipe Harry sobre el sufrimiento y el dolor de la familia? ¿Ha escuchado sus comentarios?”, ha preguntado el periodista, ante lo que el príncipe Carlos ha hecho odios sordos. Como si no lo hubiera escuchado, el hijo de Isabel II ha optado por ignorar al reportero y continuar caminando.
Una actitud con la que el príncipe Carlos ha vuelto a demostrar que la casa real británica tiene claro que su mejor estrategia es guardar silencio ante los ataques del príncipe Harry. Todo a pesar de que, durante su última entrevista en el podcast del actor estadounidense Dax Shepard, el duque de Sussex aseguró que el “dolor y sufrimiento” que vivió durante su niñez y adolescencia fueron consecuencia del trato que el príncipe Carlos recibió del sus padres, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
“Creo que no deberíamos echarle la culpa a nadie, pero lo cierto es que en lo que atañe a la paternidad, si he experimentado una forma de dolor o sufrimiento que es consecuencia del dolor o sufrimiento que quizás mi padre o mis padres habían sufrido, voy a asegurarme de romper ese círculo para no pasarlo”, afirmó. Unas palabras con las que el príncipe Harry atacó no solo a su padre, el príncipe Carlos, sino también a sus abuelos, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo