Han pasado 19 años desde que en la Catedral de la Almudena de Madrid Letizia Ortiz Rocasolano se diera el "sí, quiero" con el por entonces príncipe Felipe. Una decisión que sin duda transformaría por completo su vida como periodista, convirtiéndola diez años más tarde del enlace -concretamente el 19 de junio de 2014-, en reina consorte de España.
A lo largo de los años la monarca no solo ha evolucionado físicamente, como se ha evidenciado en numerosas ocasiones gracias a los múltiples deportes que practica. Letizia también lo ha hecho a través de su estilo, posicionándose como "la royal mejor vestida del mundo", y se ha ganado el cariño de todo el mundo gracias a veces a su cercanía, su buen hacer con la prensa, sus discursos y su transparencia tanto en los evento como en los diferentes posados.
Letizia, una de las reinas más queridas
El camino de Letizia hacia el trono consorte no ha sido fácil, aunque en los cuentos lo hayan pintado como una pasarela llena de florituras. Muchos y muy variados medios, escritores y periodistas han sido los enemigos que se han encargado de minar la cuesta arriba que le han hecho sufrir durante años por ser una mujer natural a la que además de ir al supermercado no le importaba callar a su marido si le estaban interrumpiendo, algo que acabó provocando que muchas veces fuera la diana de las críticas y la excusa perfecta para esconderla bajo la alfombra.
Aquel día que mostró el anillo de compromiso que el entonces príncipe le había regalado, todo el mundo pudo ver lo carismática y genuina que era Letizia. Odiada y criticada por todos aquellos amantes del protocolo y querida por el resto por mostrarse tan natural, ahí es cuando produjo el comentado momento en el que la periodista mandó callar al ahora rey, pidiéndole que le dejara acabar de hablar. "Está claro que a partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y el cariño de…". Felipe VI trató de decir algo, pero ella respondió tajante y sonriente con un "déjame terminar". "Con el cariño de los reyes y el ejemplo de la reina doña Sofía", pudo finalmente concluir la hoy reina.
Durante años la reina ha tenido un perfil más bajo y en la sombra, pero parece que desde hace unos pocos años Letizia ha vuelto a renacer. Y es que tener personalidad, y la mujer de Felipe VI la tiene, es una dicha y un castigo, un arma de doble filo por la que hoy todavía muchos la persiguen. Sea como fuere es de admirar que la reina se atreva a ir a Mercadona u cualquier otro lugar que le plazca cuando quiera. Y es que al final y al cabo es una mujer con un papel importante en la sociedad que solamente quiere vivir, a veces y cuando la deja, una vida más normal.
Letizia bota con la selección femenina española de fútbol
Hace pocas horas que Letizia acaparaba numerosos titulares de la prensa internacional gracias a uno de los últimos gestos cariñosos que ha protagonizado junto a la Selección Española de fútbol tras haberse proclamado como ganadoras del mundo. La reina y su hija Sofía estuvieron al lado de las jugadoras en el momento de entregarles el trofeo. Un momento repleto de emoción que ellas tuvieron el privilegio de vivir muy de cerca. Una experiencia en la que esta vez no estuvieron ni el rey Felipe ni la princesa Leonor por tener que atender otros compromisos. Fue entonces cuando las triunfadoras de la noche le pidieron que saltara mientras la rodeaban. "Que bote Letizia", decían entre gritos. Lejos de negarse, la reina no lo dudó dos veces y se puso a botar en el terreno de juego.
Su actitud cercana y los saltos de alegría han hecho que medios internacionales le dediquen numerosos artículos: "¡Saltando de alegría! La radiante reina de España y su hija, la infanta Sofía, se unen a las bulliciosas celebraciones de su equipo tras la victoria en la final de la Copa del Mundo después de que ningún miembro de la realeza británica apoyara a Inglaterra en Sídney", escriben en 'Daily Mail'.
Letizia, de compras en Mercadona
Letizia demostró de nuevo este verano que es alguien al que le gusta hacer una vida lo más normal posible. Una monarca a la que le gusta ir a Mercadona para comprar algunos productos. Lejos de pensar que la mujer de Felipe VI hace la lista de la compra y envía a algunos de sus trabajadores al supermercado, ha aprovechado estos días libres para hacer unas compras de última hora antes de poner rumbo a sus vacaciones en Palma de Mallorca.
Pagando "en efectivo" y sin escolta para intentar pasar lo más desapercibida posible, la monarca se llevó varios productos 'beauty' entre los que se encontraba un eyeliner de solo 3 euros, seis perfiladores de labios que le costaron 2,50 cada uno y una esponjilla de 3.
Los discursos internacionales
Allá donde va Letizia enamora y demuestra que puede enfrentarse a cualquier reto. Y es que su antigua profesión como periodista ha hecho que la mujer de Felipe VI se haya convertido en una de las royals que mejor habla en cualquier evento. Su entonación, su fluidez e incluso sus perfectas improvisaciones hacen que todos se queden boquiabiertos cuando da sus discursos.
Pero no solo eso, parece que cada vez quiere superarse, tal y como demostró en los Premios Medalla de Oro Cruz Roja el pasado mayo. Una vez más, las palabras de la consorte fueron muy comentadas por que se atrevió a hablar en ucraniano. "Laskavo prosymo do Ispaniyi", dijo doña Letizia, aclarando después para los demás la traducción: "Creo que significa 'bienvenido a España' en ucraniano, si no me equivoco".
Paciente e intuitiva
La paciencia es otra de las virtudes que la también madre de la princesa Leonor ha cultivado a lo largo de todo este tiempo, una característica muy necesaria a la hora de ejercer su labor para con la corona. En su día a día, Letizia atiende numerosos compromisos que, en muchas ocasiones, no son plato de buen gusto para ella. Por este motivo durante sus primeros años pudieron verse algunos gestos algo extraños en ella mientras atendía su agenda, detalles que a día de hoy prácticamente se han erradicado. Poco a poco, la reina ha presentado una admirable evolución con la que consigue transmitir confianza y tranquilidad allá donde va, tanto en el plano profesional como en sus momentos fuera de los compromisos oficiales. Gracias a ello, podemos ver a una monarca mucho más cercana que se ha ganado el cariño de los ciudadanos.