Estamos muy acostumbrados a ver al príncipe Guillermo (41 años) en actos oficiales de su agenda institucional. Unos compromisos que se han incrementado en estos últimos meses por la enfermedad que achaca al rey Carlos III y a Kate Middleton (42 años). El heredero al trono ha tenido que dar un paso al frente para cubrir las bajas de su padre y esposa. También le hemos visto en algunas salidas más personales, como el plan con su hijo George en la gran final de la copa inglesa.
Hoy lo hemos vuelto a ver en un acto personal: la boda de Hugh Grosvenor y Olivia Henson, duques de Westminster. Serio y cabizbajo, el futuro monarca ha llegado de forma muy discreta a la Catedral de Chester, donde ha tenido lugar la ceremonia, y ha entrado directamente en el templo, sin detenerse a hablar con la prensa o la gente allí reunida. Los motivos para esta actitud más reservada son evidentes. Por un lado, Guillermo no quería robar el protagonismo a los novios con la curiosidad por el estado de su esposa.
Por otro, quería evitar posibles rumores sobre su relación con otra de las invitadas al evento: Rose Hanbury. Así es, la marquesa de Cholmondeley era otra de las personas invitadas a este gran acto. No obstante, a medida que ha avanzado el día y han ido saliendo nuevas imágenes, hemos podido descubrir a un Guillermo mucho más relajado y llevando a cabo un papel clave. ¿De qué se trata? Lo descubrimos.
El papel clave del príncipe Guillermo en la boda de los duques de Westminster
A pesar de que sabía que su presencia iba a llamar la atención, Guillermo no ha querido perderse la boda de uno de sus amigos de toda la vida. Hugh Grosvenor, duque de Westminster, es uno de los hombres más ricos e influyentes de Reino Unido. Incluso supera al marido de Kate Middleton respecto a la finca heredada. Además, la historia de ambas familias está muy unida. Por ejemplo, Carlos III es el padrino del propio Hugh, el progenitor del duque fue mentor de Guillermo y su madre, Natalia Philips, es la madrina del futuro rey. A la vez, Grosvenor es el padrino de los pequeños George y Archie.
Con esta historia detrás no es de extrañar que el príncipe de Gales haya deseado estar presente en el día que su amigo se daba el 'sí quiero' con su novia, Olivia Henson, que también desciende de familias acaudaladas inglesas y que es la gerente de la empresa Belazu. Y no solo eso. El hijo de Diana ha aceptado tener un papel clave en la ceremonia, razón por la que llegaba a la Catedral de Chester horas antes del inicio del evento.
Tal como informa 'El Español', Guillermo ha sido elegido para ser el acomodador. Sí, sí, has leído bien. El futuro rey de Inglaterra ha sido el encargado de recibir a los invitados en la mencionada iglesia. Después de saludarlos, los ha acompañado hasta su lugar dentro del templo. Una función que ha desempeñado con total naturalidad y elegancia, a pesar de no haber podido acudir a los ensayos del día anterior por su agenda institucional.