Los reyes Felipe (56 años) y Letizia (52 años) no van a olvidar nunca lo que han vivido este sábado, 11 de enero, en Cádiz. Un día muy especial en el que han dejado a un lado, por unos segundos, su papel como reyes para despedir a su hija Leonor que, como guardamarina de primera, se ha embarcado en el Juan Sebastián Elcano para continuar con su formación naval en el XCVII Crucero de Instrucción. Una experiencia que, tal y como le adelantó el Rey, le cambiará la vida.
Orgullo, emoción y lágrimas podría ser un buen resumen de lo que ha sido la salida a la mar del icónico buque escuela. En el puerto de Cádiz aguardaban 1600 familiares, entre los que se encontraba Jesús Ortiz, con el corazón encogido para despedir a toda la tripulación. El padre de la reina Letizia ha conseguido pasar desapercibido entre el público pero no ha querido perderse este momento único para su nieta, gesto que refleja la magnífica relación que tienen.
La jornada ha estado repleta de momentazos, numerosas anécdotas e imágenes que ya forman parte del álbum de vida de la princesa Leonor.
Las lágrimas de la reina Letizia al despedir a Leonor
Aunque desde el principio Casa Real ha hecho hincapié en que Leonor será "una más" durante toda la travesía. Antes de emprender rumbo a Tenerife, la princesa de Asturias ha contado con un privilegio. A diferencia del resto de guardamarinas, que bajaban a tierra para despedirse de sus familiares, don Felipe y doña Letizia se han despedido de Leonor en la más estricta intimidad de Elcano.
Como excepción, Leonor ha podido enseñar a sus padres la que será su casa los próximos 5 meses, un momento muy especial y emotivo que han vivido en privacidad. 20 minutos después, Leonor salía a la cubierta para reunirse con sus compañeros. Tras ella lo hacían los reyes, que han aprovechado para saludar al resto de la tripulación.
Consciente de que apenas quedaban segundos, doña Letizia buscaba a su hija entre los 76 guardamarinas y la lanzaba un beso desde la distancia. No obstante, el momento de máxima emoción llegaba unos segundos más tarde. Desde el muelle, don Felipe y doña Letizia eran testigos de excepción de la partida del buque. Y ha sido en ese momento cuando la Reina no ha podido contener las lágrimas y se las secaba con premura.
El doble gesto de amor de Felipe VI
Aunque don Felipe ha contenido las lágrimas, no ha podido (ni querido) ocultar el orgullo que siente por su hija mayor. Consciente de lo mal que lo estaba pasando su mujer, el monarca no dudaba en intentar consolarla con un cariñoso abrazo.
Ajenos por completo a las cámaras, el matrimonio real compartía confidencias mientras veían alejarse a Elcano, instante en el que don Felipe no ha dudado en sacar su teléfono móvil del bolsillo para inmortalizar el momento.
"A punto de zarpar para vuestro crucero de instrucción la Reina y yo queremos desearos buena mar, buenos vientos, pero sobre todo que aprovechéis esta etapa de vuestra formación como marinos, como militares y también en vuestra proyección en el mundo como españoles", ha dicho el Rey a toda la tripulación.
Las primeras palabras de la reina Letizia tras despedir a su hija
Con el acto principal ya acabado y antes de que los reyes embarcaran en un buque vigía para acompañar a Elcano en su inmersión en alta mar, los reyes no han dudado en acercarse a los medios de comunicación allí congregados. Ha sido en ese momento cuando la Reina ha reconocido que "como todas las madres" que había allí no ha podido evitar emocionarse al ver como su hija se alejaba. "Ha sido muy emotivo, lógicamente", apuntaba don Felipe. "Gracias. A ver qué tal les va...", concluía la Reina.