Los dieciocho años son una etapa crucial en la vida de cualquier joven. No solo supone la mayoría de edad del individuo, sino también es el paso en el que se deja atrás la adolescencia para entrar en la madurez. Ya se puede entrar en las discotecas, se les permite beber alcohol, sacarse el carnet de conducir, es la edad en la que ya se puede acceder a la universidad... Muchos y grandes cambios también para sus padres que, a veces, no saben muy bien cómo gestionar que sus niños se hacen mayores. Que se lo digan si no a Irene Urdangarin (18 años), que cumplió esa edad el pasado 5 de junio, pocos días antes de su graduación del colegio suizo en el que cursó el bachillerato y pocos meses antes de iniciar sus estudios universitarios de hostelería en la EHL Hospitality Business School, en Lausana.
Todo el verano de aquí para allá
Con el verano y, sobre todo, con su mayoría de edad, Irene Urdangarin ha descubierto una nueva vida. No ha parado de viajar, ya sea en compañía de su familia, de sus nuevos amigos o de su prima, Victoria Federica (22 años), con la que se lleva estupendamente. De la gris vida que Irene llevaría en Ginebra, donde reside con su madre, la infanta Cristina (58 años), la menor de los Urdangarin ha pasado a las alegres y divertidas noches españolas. De entrada, celebró el cumpleaños de su madre, el pasado 13 de junio, con la infanta y sus hermanos en Córdoba, donde además se celebraba el Corpus Christi.
A mediados de agosto, Irene se reunió con Victoria Federica en la Feria de Málaga. Allí fueron sorprendidas, según testigos presenciales, en un karaoke, donde la hija de la infanta Elena estuvo muy cariñosa con uno de sus amigos. Por la tarde habían estado viendo torear a otro buen amigo de la hija de la infanta Elena, Roca Rey, con quien la han relacionado sentimentalmente. Parece que Irene ha encajado muy bien en el grupo de amigos de Victoria Federica, por lo que es muy posible que la veamos más a menudo a Irene por nuestro país. Irene también ha viajado a Oporto, en Portugal, junto a un grupo de amigas, antes de poner rumbo a Abu Dabi para visitar a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos.
En biquini y disfrutando del mar, hemos visto disfrutar a Irene Urdangarin en la playa de Bidart, al sur de Francia, a donde viajó con su madre y su hermano Miguel Urdangarin para hacerle una visita a su abuela paterna, Claire Liebaert. Y entre medio, Irene acudió a ver jugar a su hermano Pablo Urdangarin con su nuevo equipo, el Granollers.
No solo ha habido vacaciones para Irene
El verano de Irene Urdangarin ha sido ciertamente intenso porque además de vivirlo a tope con su familia y amigos también ha tenido que dedicar un tiempo a trabajar. En julio, Irene se vio obligada a trabajar en la recepción de un hotel en Suiza durante dos semanas. Fue su primer empleo, que además era un requisito indispensable para entrar en la Escuela de Hostelería de Lausana, cuyo primer curso arrancará este mes de septiembre. Según informó Vanitatis, Irene se enteró de que era obligatorio hacer estas prácticas justo antes de que finalizara el periodo de inscripción. Por suerte, llegó a tiempo, por lo que podrá empezar el curso en la EHL sin problemas.