Rania de Jordania (52 años) no ha defraudado. La boda de su hijo Hussein y Rawja Al Said era un escaparate al mundo y no ha dejado pasar la oportunidad de confirmar que es y sigue siendo una de las royals más elegantes del mundo. Si bien para la ceremonia nos sorprendía con un espectacular diseño de Alta Costura negro, su segundo vestido no se ha quedado atrás.
Acompañados por los recién casados, Rania y Abdalá de Jordania daban la bienvenida uno a uno a todos sus invitados al palacio Al Husseiniya donde tendría lugar la recepción, una cena de gala que se convertía en una pasarela improvisada de estilo y glamour real donde las tiaras han acaparado buena parte del protagonismo.
Rania estaba sensacional con un vestido-capa en un impecable color champán compuesto por cuerpo de pedrería bordado a mano y falda de silueta lápiz que le sentaba a las mil maravillas. Una pieza de alta costura firmado por el diseñador libanés Elie Saab que remataba con una capa que destacaba por el ribeteado a juego con el que se dejaba ver en el lateral de la falda.
Merece la pena hacer una mención especial a la tiara que escogió para la ocasión. Una diadema de inspiración árabe creada por Fred Paris, que pertenece a su colección personal desde 2005, y que en esta ocasión llevó con la melena suelta. Con respecto a los complementos, un clutch rígido y salones a juego.
Rania de Jordania, una elegantísima madrina de negro
Con permiso de la novia, Rania de Jordania acaparaba buena parte del protagonismo de la velada a pesar de que para la ceremonia se decantó por un sencillo vestido de color negro. Consciente de su peso mediático, la Reina quiso apostar por el minimalismo de un espectacular vestido negro de manga larga, cuello ligeramente subido, hombreras con volumen y falda con vuelo que se ajustaba a la figura a la perfección.
Una mezcla de actualidad y tradición que se simbolizaba en unos bordados y pedrería dorada en el cuello, la espalda y los puños. Se trata de una pieza de Alta Costura firmada por Dior que combinó con un bolso a juego de la misma firma y salones negros.
Las palabras de Rania de Jordania a su hijo Hussein y Rawja Al Said tras la boda
"Que Dios los bendiga y llene su hogar de amor y felicidad", escribía Rania de Jordania en su perfil de Instagram todavía con la resaca de la gran boda. Los reyes jordanos actuaron de perfectos anfitriones y no dudaron en dar la bienvenida uno a uno a todos sus invitados en el palacio de Zahran. Los nervios de la orgullosa mamá eran muchos, de hecho no los pudo ocultar mientras esperaba la entrada de la novia y no dejaba mirar con un profundo amor a su primogénito.
A lo largo de toda la ceremonia, una enorme sonrisa se dibujaba en el rostro de Rania, quien aprovechó para fundirse en un cariñoso abrazo con Rawja, gesto que confirma la gran relación que tienen, y es que la Reina no ocultó que la joven arquitecta es mucho mejor de lo que siempre soñó para su hijo.