En una de las grandes bodas reales del año, don Juan Carlos (86 años) y doña Sofía (84 años) han reaparecido juntos, pero no revueltos. Han acudido en representación a la corona española a la ceremonia que ha unido en matrimonio al príncipe heredero Hussein (28 años) con la arquitecta Rawja Al Said (29 años). Eran casi las tres de la tarde (hora española) cuando el coche que transportaba a los monarcas estacionaba a las puertas del palacio Zahran. Ella lucía un conjunto largo color rosa y volantes de Valentino. Él, un traje azul marino decorado con una corbata color buganvilla.
Don Juan Carlos y doña Sofía se han mantenido muy distantes en todo momento y apenas se han dirigido la mirada. Tras saludar a los reyes Rania y Abdalá, los monarcas se han dirigido al interior del palacio donde se ha celebrado la ceremonia. Y ha sido en el interior de la residencia de la Corte Real Hachemita cuando el rey emérito ha tenido que ayudarse de una silla de ruedas. Ha recorrido el pasillo que llevaba al salón donde se iba a celebrar la boda mientras empujado por un ayudante. Este momento ha sido captado las fotógrafos de la Corte Real Hachemita.
No es la primera vez que vemos a don Juan Carlos en silla de ruedas. Esta situación ya se produjo en 2018, tras ser operado de la rodilla derecha. Lo impactante de esta situación es que se trata de la primera vez que la utilización de la silla de ruedas no tiene una causa concreta, como una intervención quirúgica o una lesión.
Juan Carlos y Sofía, juntos pero muy distantes
Cinco meses después de su reencuentro en Atenas con motivo del funeral de Constantino de Grecia, Juan Carlos y Sofía han vuelto a verse de nuevo. Esta vez, para un evento de carácter festivo en el que han mantenido las distancias. Desde aquel triste momento para la madre de Felipe VI, no hay constancia pública de que se hayan vuelto a ver en otra ocasión. De hecho, tampoco se sabe si se vieron durante la última visita del emérito a España. Cuando el monarca viajó de Sanxenxo a Vitoria y de ahí, otra vez a Abu Dabi sin pasar por la capital.
Mientras que el rey emérito llegaba esta misma mañana a Amman procedente de Abu Dabi, la reina hacía lo propio, aunque en su lugar ha viajado desde Madrid. Ya en Jordania, el matrimonio real ha tenido la oportunidad de disfrutar de un encuentro privado para después dejarse ver junto al resto de invitados. Eso sí, después de cerrar el desfile real y lejos de mostrar algún tipo de buena relación o cierta complicidad se han mostrado como si fueran dos completos desconocidos.
Los moncarcas españoles estuvieron hablando tranquilamente con la reina Máxima de Holanda, mientras esperaban la llegada de la novia al palacio Zahran. Tal y como han mostrado las imágenes, se ha echado de menos el lado más simpático y campechano de Juan Carlos, que estaba bastante serio y cansado. Sí se mostró algo más animado después, durante el banquete que ofrecieron Rania y Abdalá a los invitados en el palacio de Husseiniya.
Despliegue de estilo y lujo en la boda
Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif se han dado el 'sí, quiero' en el palacio de Zahran rodeados de cientos de invitados. Se trata del broche de oro perfecto a una discreta historia de amor que nació hace poco más de dos años. En este día todo tenía un significado especial. Hussein ha querido hacer un homenaje a sus padres, y lo ha hecho eligiendo la misma fecha y lugar en el que ellos celebraron su boda.
La ceremonia ha sido emitida en directo por la televisión pública del país. Esto nos ha permitido ver en enlace con todo lujo de detalles. Rania y Abdalá han recibido uno a uno a todos sus invitados. Hussein, por su parte, esperaba paciente a su futura mujer. Una vez concluida la ceremonia, y tras sellar su amor con dos tímidos besos ante una multitudinaria recepción, Hussein y Rajwa han tenido que saludar uno a uno a todos sus invitados.