Este sábado 6 de abril es una fecha marcada en el calendario para José Luis Martínez-Almeida (48 años) y Teresa Urquijo (27 años). La pareja se ha dado el ‘sí, quiero’ ante sus más de 500 invitados. Sin embargo, han contado con dos ausencias muy significativas, las del rey Felipe VI (56 años) y la reina Letizia (51 años). Pero su no asistencia está más que justificada, debido a que el monarca español tiene que estar presente en la final de la Copa del Rey de Fútbol que se disputa ese mismo día.
La boda del alcalde de Madrid y la aristócrata ha contado con gran cantidad de rostros relevantes del panorama español. Hay que tener en cuenta que la abuela de la novia es Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, prima del rey emérito Juan Carlos. Por ello, la presencia de varios miembros de la familia real española estaba garantizada. Desde el propio rey emérito hasta las infantas Elena y Cristina o Victoria Federica y Froilán.
Los 3 motivos de la ausencia de los Reyes en la boda de Martínez-Almeida
El primero de ellos se debe principalmente a los compromisos profesionales que están dentro de su agenda oficial. Este fin de semana se celebra la final de la Copa del Rey y, como es lógico, el monarca acude como cada año a entregar el trofeo una vez que se conozca el ganador. En un principio se desconoce si irá solo o acompañado por su hija la infanta Sofía, ya que es una fanática de este deporte, pese a que se encuentra cursando sus estudios de bachillerato internacional en Gales.
Otra razón de su ausencia va encaminada al envío de otros representantes de la Casa Real española a dicho enlace. Como existe un vínculo familiar entre la esposa del alcalde madrileño y los Borbón, son otros los miembros que han confirmado su asistencia. Así se ha podido ver a los reyes eméritos, a sus dos hijas, la infanta Elena y la infanta Cristina, y a Froilán (que viajaba desde Abu Dabi con su abuelo) y a Victoria Federica.
El último motivo también podría estar relacionado con el ámbito político. Adquiere especial relevancia el hecho de que el novio sea un reconocido político de nuestro país, siendo además alcalde de la capital de España. Desde hace algunos años, la familia real española trata de desvincularse de este tipo de cuestiones para proyectar una imagen neutral, sin posicionarse en ningún bando.
La boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo
Este sábado hemos podido ver desfilar a multitud de rostros conocidos por la iglesia de San Francisco de Borja, en el barrio de Salamanca de la capital madrileña. Desde rostros del Partido popular como Alberto Núñez Feijoo o Esperanza Aguirre a miembros de la sociedad como Xandra Falcó o Carla Pereyra. También, claro, los representantes de la familia real como el rey Juan Carlos a la cabeza.
Tras la ceremonia religiosa y toda la emoción que conlleva para los novios, todos los asistentes se trasladarán a la finca ‘El canto de la cruz’, propiedad de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, la abuela de la novia. Los novios, nerviosos, han estado rodeados de más de 500 invitados. Urquijo optaba por customizar el vestido de novia de su abuela y llegaba a la iglesia velada, como marca la tradición. El novio, acompañado de su madre, lucía nervioso a la espera de la ceremonia.
Aquilea floristería’ ha sido quien se ha encargado de todo lo relativo a la decoración floral, tanto del ramo que lleve la novia en este día tan especial como de todos los detalles de este sentido en el lugar elegido para la celebración. Además, también tienen elegido los futuro marido y mujer su destino para la luna de miel. Se trata de las Islas Maldivas, un lugar paradisíaco en el que podrán descansar unos días tras todo el ajetreo que suponen los preparativos de una boda, además de poder desconectar en sus primeros días de casados.
La boda comenzaba en la mencionada parroquia sobre las 12 del mediodía. Además, este lugar cuenta con un componente de emoción para al político, ya que en esta misma iglesia se casaron sus padres en el año 1996. En cualquier caso, algunos de los invitados no podrán asistir a la ceremonia, ya que la iglesia cuenta con una capacidad para albergar a 350 personas, por lo que algunos se unirán directamente al convite en la finca familiar de la novia.