Durante la entrevista que ha dado el príncipe Harry (38 años) al periodista Tom Bradby, periodista experto en la Casa Real británica, ha confesado que a lo largo de su vida siempre se ha sentido como "el repuesto". E incluso así se han referido a él dentro de la Familia Real durante muchos años. Cuando el príncipe Guillermo (40 años) y Kate Middleton (41 años) fueron padres por primera vez, el duque de Sussex ansiaba ayudar a sus sobrinos a que no se sintieran del mismo modo que él durante todos estos años pasados.
El empeño de Kate y Guillermo por evitar el 'efecto' Harry
Los príncipes de Gales han sabido reconducir la manera en que se muestra a los miembros más pequeños de la familia Windsor y han preferido que sus hijos vivan un poco más apartados de la vida pública para así evitar conflictos. No quieren que se repitan la historia y el sufrimiento por el que ha pasado el príncipe Harry.
La princesa Charlotte es la segunda hija del matrimonio y sería la tercera en la línea de sucesión al trono de Reino Unido, el mismo puesto que ocupó Harry durante años, antes de que su hermano fuera padre. Según cuenta la experta en realeza Katie Nicholl en el podcast Dynasty, los príncipes de Gales tendrían todo bajo control porque "nadie quiere que la próxima generación sufra como ha sufrido Harry". El duque de Sussex expresó su preocupación por el futuro de sus sobrinos "al menos uno terminará como yo, siendo el repuesto. Y eso me duele y me preocupa".
Los príncipes de Gales acompañan a sus hijos el primer día de clase
El método de crianza con Charlotte y Louis
El príncipe Guillermo y Kate Middleton parecen haber acordado que la mejor manera de criar a sus hijos es mantenerlos lo más apartados de la vida pública posible. Esa constante exposición que vivieron el futuro rey de Reino Unido y su hermano pequeño afectó mucho a la relación que ambos tenían ya que a pesar de haber compartido grandes momentos juntos y haberse apoyado el uno en el otro cuando lo necesitaban. También han crecido con una gran rivalidad entre ellos, creando así una competencia constante de ver quién destacaba más.
Los futuros reyes de Inglaterra buscan que cuando haya algún evento al que los niños deban de asistir van los tres y sobre todo buscan que ninguno tenga un papel protagonista o más relevante que el resto de sus hermanos. Evitando así futuras fricciones entre ellos, A veces, debido a su corta edad el menor de los hijos de los príncipes de Gales, el príncipe Louis no aparece en los actos más solemnes. En el funeral de estado de Isabell II en la abadía de Westminster no estuvo presente el miembro más pequeño de la familia ni tampoco acudió a la capilla de San Jorge del castillo de Windsor donde fue enterrada su bisabuela.
Disfrutando de una infancia que a Guillermo y Harry se les privó
Este tipo de situaciones son las que quieren evitar los duques de Gales y según afirma Nicholl "George, Charlotte y Louis están disfrutando de una infancia que Guillermo y Harry no pudieron disfrutar y creo que es por eso que Guillermo y Kate están canalizando todo lo que pueden para criar a sus hijos con una comprensión de quiénes son como miembros de la realeza pero también como niños ordinarios".
Pretenden que sus tres hijos se críen de la misma manera y que no se hagan distinciones entre ellos. Los tres acuden al mismo colegio, rompiendo así la tradición familiar de matricular a los varones en la exclusiva Wetherby School, un colegio que es solo masculino. Todos acudieron a una guardería Montessori para desarrollar sus capacidades dentro del mundo real en el que cada niño aprende a su ritmo y así es posible que el día de mañana pueda ser un adulto capaz de enfrentarse a los problemas y obstáculos de la vida.
Actualmente los tres príncipes acuden a Lambrook School, un centro mixto al que acuden desde septiembre que fue cuando se mudaron a Adelaide Cottage desde el Palacio de Kensington. En este nuevo espacio y en la casa de Norfolk los más pequeños de la casa tienen espacio para poder cuidar de los animales y gozar de la naturaleza que los rodea. Adelaide Cottage está ubicada en la finca Great Windsor Park de casi 2.000 hectáreas.