El 2022 terminó con el balance anual de gastos que han tenido nuestros royal, un pódium en el que Charlene de Mónaco (45 años) ocupa el primer lugar y Kate Middleton (41 años) le sigue de cerca.
Tal y como publicó el ‘Daily Mail’, Kate Middleton se gastó más de 220.000 euros en un total de 204 prendas de estreno, ocupando el tercer lugar por detrás de Charlene de Mónaco y Olympia de Grecia. Esta información provocó un aluvión de críticas hacia la princesa de Gales que aunque se encuentra entre una de las royals mejor vestidas del mundo, los británicos aseguran que no hay necesidad de gastarse esa millonada en ropa y joyas que probablemente solo utilice en una ocasión, o no…
A juzgar por sus últimas apariciones públicas parece que Kate Middleton ha tomado una determinación en cuanto a su estilismo. Este jueves, la mujer de Guillermo de Inglaterra retomaba sus compromisos institucionales con una visita a la Organización Windsor Foodshare y para la ocasión reciclaba un jersey y uno de sus abrigos más coloridos. ¿Ha decidido Kate tirar de fondo de armario para “ahorrar”?
Se trata de un abrigo de paño de la firma Hobbs London que estrenó en noviembre de 2021 y que hoy ha reciclado y ha combinado de la misma forma: con jersey de cuello cisne a tono de la misma firma británica y pantalón negro de corte flare y tiro alto que le sentaba a las mil maravillas.
Coincidencia o no, esto no quiere decir que Kate no vaya a volver a estrenar ropa, de hecho hace unos días sorprendía al vestir un elegante body de color blanco, pero lo que parece es que la joven ha puesto el freno y ha decidido reducir gastos en cuanto a ropa se refiere. ¿Se coronará este 2023 como la royal más austera?
Kate Middleton, la única royal que ha alquilado un vestido
A pesar de esa inversión brutal en ropa y joyas que hizo durante el 2022, cabe recordar que Kate Middleton también hizo un guiño a la moda sostenible al alquilar un vestido para su viaje oficial a Estado Unidos. Una pieza en verde lima con un favorecedor escote barco que adquirió por solo 100 dólares y que dio la vuelta al mundo. Así, la princesa Gales se convirtió en la primera royal que recurría a esta alternativa tan de moda cuyo objetivo es reducir la producción de prendas de ropa y dar múltiples vidas a piezas que solo pretendemos ponernos una vez.