Jornada de emociones fuertes en Londres. La reina Isabel II, arropada por su familia, se ha dado un auténtico baño de masas en el primer día de los actos del Jubileo de Platino, que conmemoran sus setenta años de su ascenso al trono. Buckingham se ha convertido en el centro de todas las miradas en un acto con toda la pompa y solemnidad británica que todos esperaban. La reina Isabel II, rejuvenecida por los aplausos, saludando desde el balcón de palacio; los príncipes Carlos, Guillermo y Ana, espectaculares a caballo; Kate y Camilla en un duelo de futuras reinas... También ha estado marcada por las ausencias, aunque después no han sido tantas como se esperaba. Si bien no estaban invitados a posar en el balcón de Buckingham, Meghan Markle y el príncipe Harry no han perdido detalle del impresionante despliegue del Trooping the Colour. Los duques de Sussex han sido cazados muy cómplices y cumpliendo con el segundo plano prometido durante las celebraciones.
El diario británico Daily Mail ha sido el único medio que ha conseguido captar las imágenes de Meghan y Harry en Buckingham. Son unas instantáneas deliciosas donde a los duques de Sussex se les ve muy integrados en la familia, demostrando una gran sintonía. Sonrientes y hablando con los asistentes al primer acto de peso del Jubileo de Platino, el matrimonio, que ha viajado junto a sus hijos Archie y Lilibet desde Los Ángeles, ha estado muy pendiente de todo lo que ocurría en el balcón de palacio, cuyo posado solo está reservado a los miembros de la familia real británica con funciones efectivas en la corona. Finalmente, la única ausencia importante ha sido la del príncipe Andrés quien, tal como ha publicado The Times, ha dado positivo en coronavirus.
Como el resto de los 'desterrados' de la foto de familia oficial, se podía ver a los Sussex desde el interior de Horse Guards. La duquesa ha sido captada jugando con Savannah Phillips y Mia Tindall, y llevaba un favorecedor vestido azul marino con escote barco. Markle, que ha optado por lucir su melena suelta con ondas no muy marcadas, ha coronado su cabeza con una preciosa pamela blanca. El príncipe Harry, a diferencia de su padre y su hermano, no ha llevado uniforme, al haber perdido sus títulos militares.
Mañana viernes 3 de junio, los Sussex abandonarán el segundo plano que han tenido en el Trooping the Colour, y aparecerán en público junto a toda la familia en el servicio religioso en honor a la reina Isabel II que tendrá lugar en la Catedral de San Pablo de Londres a las 11 de la mañana. Por su positivo en coronavirus, se espera que el príncipe Andrés sea también 'baja' y, por el momento, tampoco ha sido confirmada la presencia de la reina.