María José Gómez Verdú, experta en protocolo, alerta sobre la princesa Leonor: "En las monarquías más tradicionales, como la española, el uso de la tiara está reservado a las mujeres casadas"

La experta en protocolo real María José Gómez Verdú ha explicado alguna de las normas y prohibiciones que debe seguir la princesa Leonor como el hecho de no llevar tiara hasta que se case

Jara Bravo
Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Princesa Leonor
GTRES

La princesa Leonor está viviendo unos años cargados de momentos únicos e inolvidables tanto a nivel personal como institucional. Desde que cumplió la mayoría de edad, la hija de Felipe y Letizia ha demostrado su total compromiso con la Corona, llevando a cabo con entereza toda norma y responsabilidad. Y es que la heredera al trono es más que consciente de cómo de importante es cada detalle vinculado con ella. Es por eso que las imágenes de la joven en bikini en una playa de Chile han causado tanto revuelo en el entorno real.

Muchas de las reglas que debe seguir la princesa son muy conocidas, pero hay otras mucho más curiosas con motivaciones un tanto peculiares y simbólicas. Por ejemplo, en la página web de la Escuela Internacional de Protocolo y Eventos se explica que "una princesa no puede llevar nunca escote o faldas por encima de la rodilla, usar tiara si aún no está casada, usar esmalte de uñas de colores fuertes o llamativos o ir sin medias, las cuales deberán ser siempre de un tono claro natural y sin brillo". 

¿Cuántas de estas normas sigue la hermana de la infanta Sofía? ¿Qué significado tienes? La revista Lecturas ha hablado con María José Gómez Verdú experta en protocolo y etiqueta para conocer todos los detalles de las prohibiciones que rigen la vida de la futura reina.

Los motivos tras las normas de Leonor

Como ya señaló en las razones por las que los miembros de una Casa Real no podían jugar al monopoly, María José ha comenzado su análisis explicando la importancia de lo simbólico en las familias reales. "Desde el punto de vista del protocolo y la etiqueta vinculada a las monarquías, cada detalle de la imagen de una princesa, desde el uso de una tiara hasta la elección del esmalte de uñas, no responde a criterios estéticos, sino a un lenguaje simbólico cuidadosamente estructurado", ha afirmado. A diferencia del resto de ciudadanos, "el vestir, peinarse, maquillarse o adornarse en el ámbito real es un acto de comunicación institucional", ha insistido.

Leonor
GTRES

Precisamente, el uso de la tiara es uno de los elementos más llamativos de las prohibiciones que sigue la princesa. Mientras que Leonor aún no ha lucido ninguna, la princesa Ingrid Alexandra de Noruega sí lo ha hecho aunque tampoco ha contraído matrimonio. ¿Por qué? "En las monarquías más tradicionales, como la española o la británica, el uso de la tiara está reservado históricamente a las mujeres casadas. Este accesorio no es solo una joya: representa el estatus conyugal dentro de la familia real y, en cierto modo, la consolidación de una posición institucional plena", ha explicado Verdú.

De esta manera, lucir este accesorio es una forma de confirmar que la figura que encarna la princesa Leonor ha alcanzado un nuevo nivel de estabilidad al casarse. "Cuando una mujer se casa con un miembro de la realeza, o si una princesa real contrae matrimonio, la tiara señala su paso de una posición privada a una función pública consolidada", ha apostillado la experta.

Aunque puede tomarse como un límite a sus libertades, no lo es. "Es un gesto de fidelidad a esta tradición. Aunque ya ejerce funciones institucionales, aún no ha alcanzado ese hito simbólico que, dentro del protocolo español, le otorgaría el derecho de portar una tiara: el matrimonio", ha señalado Gómez Verdú. Es cierto que se trata de "una norma no escrita, pero profundamente respetada", ya que "conserva el sentido original del adorno como insignia de madurez conyugal y de integración plena en la representación dinástica".

A diferencia de la Corona española o británica, la Casa Real de Noruega, Suecia o Dinamarca siguen otro tipo de código. "Aunque mantienen un fuerte respeto por la tradición, han adaptado ciertas normas al espíritu de sus sociedades, mucho más igualitarias y modernas", comenta la experta. Por ejemplo, la mencionada princesa Ingrid Alejandra utilizó por primera vez este complemento "al cumplir la mayoría de edad y asumir, simbólicamente, su papel como futura jefa del Estado".

Leonor
gtres

Es decir que "la tiara que lució, herencia de su bisabuela y regalo de sus abuelos, los reyes Harald y Sonia, no señalaba un cambio conyugal, sino un paso institucional: el inicio de su vida pública como heredera", asegura María José, insistiendo en que en las monarquías más nórdicas, este accesorio "se vincula a la función y no al estado civil". Para ellos, no es necesario que Ingrid se case porque ella "representa ya a la Corona, y por tanto puede portar los símbolos que acompañan esa función, incluida la tiara".

Para estar al día de la última hora de nuestros famosos, puedes sumarte a nuestro canal de WhatsApp a través de este enlace. Cada día, te enviaremos las noticias más destacadas del mundo del corazón. ¡Te esperamos!

Las otras normas

Aunque la tiara es uno de los complementos más llamativos de las reinas y princesas, "existen otras reglas de imagen que afectan a las princesas, y que reflejan el mismo principio: comunicar con sobriedad, dignidad y neutralidad", asegura Verdú. Un claro ejemplo son las exigentes normas estilísticas. "El protocolo exige que la vestimenta no sea provocadora ni extravagante: nada de escotes pronunciados, faldas por encima de la rodilla, colores demasiado llamativos o tejidos excesivamente brillantes", afirma la experta.

De hecho, estaría mal visto que usarán medias de colores oscuros porque "el uso de medias de tono natural es una convención de elegancia y corrección que proyecta seriedad institucional", explica María José. Algo similar pasa con los esmaltes de uñas y accesorios, que deben ser discretos. "El maquillaje, por su parte, debe embellecer sin llamar la atención: se busca una imagen impoluta, cuidada pero sin estridencias", añade Verdú.

En cuanto al peinado, hemos podido ver a la princesa Leonor con coleta, moños y la melena suelta. Opciones que entran dentro de lo permitido. "El peinado también entra en esta lógica: recogidos clásicos, melenas discretas, sin excesos ni modas pasajeras", dice la experta, refiriéndose a posible tintes de pelo o cortes radicales.

"Todo ello no responde a una negación de la feminidad, sino a una afirmación del rol que la princesa representa: no una celebridad, sino una figura de Estado. Su imagen debe trascender lo personal y ser leída como símbolo de continuidad, neutralidad y solidez institucional", analiza Verdú. "Al fin y al cabo, en el lenguaje del protocolo real, el estilo no es moda: es función, es historia y es poder", zanja la experta. De esta manera, la princesa Leonor debe acatar estar reglas sobre su aspecto y estilo para transmitir una imagen firme como miembro de la monarquía.