La nueva vida de la infanta Cristina: Luis Pliego, director de Lecturas, revela sus planes de futuro inmediatos

La infanta Cristina (59 años) estaba viviendo una época de mucha tranquilidad. Su divorcio con Iñaki ya se hizo oficial, está más unida que nunca a sus hijos y su relación con el rey Felipe VI (56 años) parecía haberse descongelado después de años de distancia. Sin embargo, las fotografías y audios del rey Juan Carlos (86 años) con Bárbara Rey hicieron estallar una gran polémica que salpicó de lleno a toda la Casa Real española. A pesar de esto, la infanta ha intentado continuar con su vida al margen de revuelo que sacudía a su familia.

¿Y cómo lo ha hecho? Tomando una decisión sobre su futuro inmediato. Durante hace un tiempo, la hermana de la infanta Elena (60 años) ha estado viajando mucho entre Ginebra, donde se instaló hace ya 10 años, y España, tanto por motivos personales como profesionales. Una de esas razones más íntimas es el hecho de estar cerca de sus hijos, tres de los cuales se habrían instalado en Zarzuela con su abuela, la reina Sofía.

También, se ha recorrido el territorio nacional para acudir a eventos públicos dentro de sus responsabilidades institucionales. Además, la hemos visto disfrutar de sus vacaciones en Canarias con algunas de sus primas, en partidos de balonmano de su hijo Pablo o bodas de familiares y amigos.

Los planes de futuro de la infanta Cristina

Estos desplazamientos ha hecho que Cristina haya decidido instalarse en Barcelona. Luis Pliego, director de la revista Lecturas, ha destapado todos los detalles de este hecho en 'Tarde AR'. Al parecer, la madre de Irene Urdangarin habría recomprado el piso de la Ciudad Condal donde vivió con Iñaki Urdangarin. "Ella vuelve a Barcelona. Deja Suiza. Vuelve a la primera casa que compartió con Iñaki Urdangarin", ha afirmado Luis. Todos conocemos esta casa, ya que fue el foco de los periodistas durante su época más polémica.

Es una casa de "305 metros cuadrados en la avenida Pedralbes. Ella ha pedido una hipoteca a la entidad bancaria en la que trabaja para 15 años, así que dejará de pagar la hipoteca a los 75 años", ha seguido contando el director de la revista Lecturas. La información de esta compra es sorprendente, ya que "esa casa ya se vendió, por 2 millones de euros, y se supone que con ese dinero compraron la otra casa". Eso sí, lo que no se sabe es "si esa vivienda se compró mediante una sociedad y sería una recompra", ha zanjado Luis.

¿La infanta Cristina se posiciona con su madre, la reina Sofía?

Está claro que aunque los protagonistas de las fotografías y audios publicados eran el rey Juan Carlos y Bárbara Rey, el resto de la familia real se ha visto salpicada. No de forma directa, ya que han seguido llevando a cabo sus compromisos, pero sí que ha aumentado la atención sobre ellos. Además, en pleno revuelo, se sumaba una pregunta: ¿Con quién se posicionaban Felipe, Elena y Cristina en esta guerra?

Menos el rey, que ya hace años que mantiene una distancia prudente de su progenitor, las infantas se han reunido tanto con su madre, como en la boda de Teodora de Grecia, como con su padre en Sanxenxo. Estos movimientos indicarían que ambas quieren mantenerse neutrales y no posicionarse. Sin embargo, ha habido algunos aspectos que se han interpretado como un posible trato de favor hacia la reina emérita.

Para empezar, mientras que Elena se reunió con su padre a ojos de todos y participó en las regatas, Cristina se vio con Juan Carlos de manera más discreta e íntima. Quizá una forma de estar a su lado sin apoyarle públicamente. Esto parecía confirmarse por las fuentes de 'Monarquía Confidencial', que aseguraban que la madre de Juan Urdangarin habría apoyado al 100% a su progenitora.

Y lo más impactante sería el motivo. La infanta se vería identificada en esta situación por su propia experiencia con Iñaki Urdangarin. Ella también fue el centro de todas las miradas tras descubrirse su relación con Ainhoa Armentia y durante el caso Nóos. "Ella ha vivido algo parecido hace unos años y lo pasó realmente mal", relatan dichas fuentes. Sería ese fantasma del pasado el que habría generado una mayor empatía por la reina Sofía.