Se casaron el pasado verano y su relación parece sacada de un cuento de hadas. Louis Ducruet y su esposa, Marie Chevallier, se dieron el "sí, quiero" en la Catedral de Mónaco durante una ceremonia religiosa a la que asistieron familiares y amigos.
Ahora, durante su primer año como marido y mujer, el hijo de la princesa Estefanía desvela en la Gaceta de Mónaco algunas confesiones que, tal y como explica, no le había contado ni siquiera a Marie al comenzar a salir juntos. Además, el joven habla de su sueño de ser presidente del AS Mónaco, de sus muchos proyectos y de otras varias cuestiones de su ajetreada existencia.
En la reciente entrevista, el sobrino de Alberto de Mónaco confiesa que nunca quiso que su condición social "influyera en la relación sentimental" que mantiene con su mujer, por lo que en un primer momento ocultó su identidad. Por ello, no cabe duda de que Marie no se sintió atraída por sus orígenes principescos cuando le conoció. "Cuando nos conocimos, no sabía nada de mis vínculos reales. No quería que ese aspecto influyera en ella. Pasó un tiempo antes de que finalmente se lo explicara todo. Y eso no ha cambiado su manera de mirarme. Prueba de la sinceridad de nuestros sentimientos".
De esta manera, el sobrino de la princesa Carolina se aseguraba haber encontrado el amor verdadero. Entre ellos había encontrado la complicidad, la confianza, la admiración y el apoyo incondicional que buscaba. "Marie, a quien conozco desde hace ocho años, demuestra ser una ayuda preciosa en todos mis proyectos. Siempre tuve la suerte de estar bien rodeado, ya sea por mi familia, por mis amigos y hoy por una mujer que nunca deja de apoyarme". Además, Louis hacía hincapié en lo " trabajadora, responsable, tenaz" que es su pareja. "Siempre me brinda apoyo, consejo, serenidad, calma inagotable. Con ella, todo parece obvio", concluía.
Louis y Marie Ducruet expresaban recientemente su deseo de tener hijos. Lo hicieron en la revista francesa Gala, asegurando que les gustaría crear una familia numerosa. Por el momento, la pareja ya ha adquirido a Pancake, su perro, a quien cuidan y miman como si de un niño se tratara, hasta el punto de convertirlo en el invitado más especial de su boda el pasado mes de julio.