El llamativo gesto de dolor de Letizia que revela cuál es su verdadero estado de salud

Un año más, hemos podido ver a los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51 años) presidiendo el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, una fecha muy especial a la que nunca faltan y en la que hemos podido ver participar más de 3.300 militares de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil. Como cada año, nuestra monarca nos ha sorprendido gratamente luciendo un elegante look, habiéndose decantado en esta ocasión por un sofisticado y juvenil traje rojo con un top lencero a juego, pero si hay algo que ha llamado especialmente nuestra atención es la cojera que hemos podido ver sufriendo a la reina, cuyos gestos de dolor no han pasado desapercibidos al ser captados por las cámaras allí presentes.

Los gestos de dolor de la reina Letizia

A pesar de tratarse de un evento muy señalado y especialmente feliz para ella este año, ya que se ha celebrado en su tierra natal, Oviedo, eran innegables las caras de dolor que hemos podido ver en doña Letizia. Desde hace ya un tiempo, la reina se está saltando el protocolo en los actos públicos a los que acude debido a la lesión que tiene en el pie, lo que ha hecho que acuda a estos eventos con zapatillas de deporte blancas, una prenda que parece va a acompañarla durante un tiempo.

De hecho, hoy también ha combinado su llamativo traje rojo con unas zapatillas claritas, lo que no ha evitado que hayamos podido verla cojeando y con evidentes rasgos de estar sufriendo un profundo dolor en la cara. El rostro de la reina se veía notablemente serio, pudiendo incluso notarla incómoda por momentos, tanto que no dejaba de arreglarse la ropa mientras sonaba el himno. Al sentarse, y suponemos que al tener ya menos dolor, pudimos ver como ésta se relajó bastante y se mostró bastante cómplice y cercana con su marido, el rey.

¿De dónde viene esta cojera?

Todo comenzó cuando fuimos testigos de una sorprendente imagen durante el viaje a Holanda de nuestros monarcas, donde vimos a la reina sentada en un taburete durante el besamanos de una cena de gala que ofrecieron los monarcas de este país. Lo que parecía un evidente salto al protocolo no era más que una afección que la reina sufre desde hace tiempo en su pie derecho.

Esta se conoce como neuroma de Morton, y le impediría el poder estar mucho tiempo de pie llevando tacones, prenda que suele lucir nuestra reina en cada acto público y que no ha tenido más remedio que dejar a un lado. Por si esto no fuese suficiente, parece que la reina sufrió otra lesión en este mismo pie hace poco, cuando se golpeó con una mesa en su residencia, lo que provocó que tenga una fractura en la falange proximal del dedo central derecho, algo que, unido a su afección, ha provocado que la reina tenga que caminar con cuidado y que lleve muchas zapatillas, un calzado con el que estaría mucho más cómoda.

¿Cómo puede tratarse esto?

Al parecer, los médicos que han atendido a doña Letizia le han aplicado un tratamiento conocido como sindactilia terapéutica, que consiste básicamente en vendar el dedo central con el de al lado para, de esta manera, inmovilizarlo y que pueda curarse. Pero esta no ha sido la única consecuencia que está sufriendo la reina debido al accidente domestico que la lesionó, también se ha visto obligada a dejar a un lado los tacones, prenda que solía acompañarla siempre en cada uno de sus looks y que actualmente ha tenido que dejar relegados al olvido dentro del armario. También debemos tener en mente que este tipo de fracturas en los dedos de los pies no son tan raras como podríamos pensar, llegando a producirse con más frecuencia de lo que imaginamos.

Estas pueden causarse debido a un simple golpe, como le ha sucedido a nuestra monarca, que se ha fracturado la falange proximal, uno de los huesos que forman la base de los dedos de los pies. La buena noticia con este tipo de lesiones es que no suelen necesitar de una cirugía para tratarlas, pero requieren de tiempo para llegar a curarse del todo. Con el tiempo, la mayoría de las lesiones en los dedos cuando estos se han fracturado acaban sanando por sí mismas, siempre y cuando se tenga cuidado y se ponga remedio con el calzado y los cuidados adecuados, como es el caso de la reina. Aunque se estén llevando a cabo bien los tratamientos necesarios para curar esta lesión, eso no impide que el dedo pueda doler bastante durante su curación, siendo normal y no especialmente preocupantes los gestos de sufrimiento de la reina, que seguramente está en pleno proceso de curación. De momento, toca esperar un poco hasta que nuestra monarca se cure del todo y pueda volver a llevar tacones.