Esta semana salía a la luz que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina habían dado un paso más en el proceso de divorcio firmando la disolución de las capitulaciones, un acuerdo en el que la hermana de Felipe VI se queda con la custodia de sus cuatro hijos pero no recibirá ninguna cuantía económica por parte del exduque de Palma.
Ajeno a todo el revuelo creado entorno a su nueva vida sin la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin se trasladaba a Pamplona para ver el partido que su hijo Pablo ha disputado contra el Helvetia Anaitasuna. A juzgar por el resultado del encuentro -un gol de diferencia a favor del Barça-, el que fuera jugador de balonmano le ha dado mucha suerte al equipo de su hijo que se alzaba con el título de Liga.
Durante el partido se le ha podido ver en la grada apoyando a su hijo mediano y como padre orgulloso aprovechaba para inmortalizar algunos de los momentos más relevantes del partido. Tras el pitido final, Pablo Urdangarin corría a la grada para abrazar a su padre en un alarde de efusividad y después compartir risas y confidencias. No es ningún secreto que padre e hijo mantienen un vínculo muy estrecho a pesar de la distancia que los separa.
Pablo Urdangarin, eufórico al ver a su padre en las gradas
El que fuera duque de Palma se ha trasladado hasta Pamplona en solitario, sin la compañía de Ainhoa Armentia. Un gesto que pone de manifiesto que al menos por el momento quiere mantener su relación sentimental al margen de su vida familiar.
Esta es también la primera aparición de Pablo Urdangarin después de ese reencuentro familiar con don Juan Carlos en Abu Dabi. Una imagen de lo más controvertida en la que el hijo mediano de la infanta Cristina acaparó buena parte del protagonismo al aparecen sin piernas por un error de retoque en la instantánea.