Las vacaciones de la familia real en Mallorca han estado marcadas de manera inevitable por las idas y venidas de los reyes Felipe (56 años) y Letizia (51 años) y sus hijas a los Juegos Olímpicos de París. No obstante las dos únicas apariciones que han hecho en Palma han estado salpicadas por la polémica.
El pasado domingo, aprovechando las pocas horas que coincidían juntos en Marivent, aprovecharon para salir a cenar al restaurante Mia en el Portixol. Una imagen de unión familiar en la que Leonor y Sofía manifestaron su responsabilidad y compromiso al ser ellas las encargadas de conducir las sillas de ruedas de la princesa Irene de Grecia y de Tatiana Radziwill. Una estampa que para muchos fue "forzada" e "innecesaria".
La cosa iba a más con la aparición sorpresa de doña Letizia, Leonor, Sofía y la reina emérita por el centro de Palma. Una salida de chicas que tampoco ha estado exenta de polémica.
La princesa de Asturias conducía su propio coche hasta la Plaza Mayor de la ciudad con su hermana como copiloto y su madre y su abuela detrás. Durante unos minutos, pasearon por sus calles y aprovecharon para visitar algunas de las tiendas locales de la zona. Hasta ahí todo bien si la salida no se hubiera producido a las 16.00 horas, a pleno sol y con 38º sofocantes de temperatura.
Bien es sabido que nada ocurre al azar dentro del palacio de la Zarzuela y esto no iba a ser menos. Este tipo de salidas "privadas" con las que nos sorprenden cada verano está cerradas con anterioridad y se convoca a un grupo de fotógrafos para que inmortalice el momento. La hora en cuestión la marca el equipo de la Casa Real y en este caso se debía a que a esa hora las calles están más vacías, algo que facilita la seguridad y también pueden estar más relajadas, evitando que decenas de curiosos aclamen la atención de la reina y sus hijas.
No obstante, parece que esta vez no han pensado en qué era lo mejor para ellas, una peligrosa imprudencia que ha puesto en riesgo el bienestar de la reina emérita. Letizia, Leonor, Sofía y la reina emérita aparecían con su habitual sonrisa, intercambiando gestos cómplices... Sin embargo, el terrible calor que hacía a esas horas sumado a la humedad, provocaban un notable malestar en doña Sofía. Tal y como se puede ver en las imágenes, doña Sofía camina apoyada del brazo de Leonor cuando de un momento a otro pierde el equilibrio y se para llevándose la mano a la cabeza visiblemente mareada.
Rápidamente, Leonor la sostiene y la agarra de la mano para continuar con la travesía. Letizia y Sofía, que iban unos pasos por delante, van a su encuentro, conscientes de que algo no iba bien, pero rápidamente se repone para seguir.
Afortunadamente, todo quedó en una anécdota y doña Sofía pudo seguir con el paseo junto a su nuera y sus nietas. Una salida que duró poco, ya que una hora más tarde todas ponían rumbo a Marivent.
Los peligros de la exposición a las altas temperaturas
Cada verano, los expertos recomiendan no salir a la calle en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas), tiempo en el que hay un aumento sustancia de problemas de salud asociados a la exposición a las altas temperaturas como el edema (acumulación de líquido), el síncope (desmayos), los calambres musculares, el agotamiento por calor y el golpe de calor. Todo esto se multiplica en personas de avanzada edad como la reina Sofía, quien el próximo mes de noviembre cumplirá 86 años.
Después de tres intensas jornadas en París, don Felipe se reunía este jueves con toda su familia en el Palacio de Marivent. Ahora será la reina Sofía quien representará a la Corona en los Juegos Olímpicos. Aunque su presencia aún no se ha confirmado, todo parece indicar que será de cara al acto de clausura que tendrá lugar el próximo domingo 11 de agosto.