Minutos antes de que la princesa Leonor (19 años) embarcara ayer en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, algunos medios de comunicación tuvimos la oportunidad de visitar la embarcación. La tripulación, con una amabilidad exquisita, invitó a la prensa a subir y nos enseñó algunas de las estancias en las que la princesa Leonor hará su vida en los próximos meses junto a sus 75 compañeros.
Al recorrer el barco, resultaba inevitable imaginar cómo se desenvolverá la heredera durante su estancia allí. Teniendo en cuenta que la princesa Leonor tiene una vida muy blindada y que suele vivir en lugares de especial amplitud con acceso fácil a muchas comodidades, es curioso pensar cómo se enfrentará a esta experiencia en alta mar en un lugar totalmente equipado para la formación y la convivencia pero con un espacio reducido que llevará a que se enfrenta a varios retos.
Las zonas en las que la princesa Leonor hará vida en el Juan Sebastián de Elcano
Al bajar las escaleras para acceder a la zona interior y con la advertencia de la tripulación de agarrarnos bien para evitar disgustos, entramos en algunas de las estancias en las que los casi 80 guardiamarinas llevarán a cabo las diferentes actividades. Y es precisamente en la escaleras donde encontramos el primer reto al que se enfrentan los alumnos. Son varias las que hay a lo largo de la embarcación y la precisión tiene que ser máxima para subir y bajar con soltura y evitando disgustos. Algo que también tienen que hacer en la pasarela de entrada.
Ayer mismo, uno de los alumnos tuvo un pequeño tropiezo al acceder a esta pasarela. Un momento que casi pasó desapercibido ya que lo resolvió bien, siguiendo como si nada hubiera pasado. Después, todos, incluida la princesa de Asturias, mostraron su destreza cuando accedieron al interior del buque por una de esas escaleras que a la prensa recomendaron bajar de espaldas en caso de que a alguien le diera vértigo bajarlas de frente.
En cuanto a las estancias, la más especial es la cámara de guardiamarinas. Se trata de una sala multiusos a la que a los alumnos más les vale acostumbrarse bien porque pasarán ahí horas y horas. Tal y como nos explicó la alférez Ida Blanco, la princesa Leonor y sus compañeros harán allí gran parte de su vida. Desayunarán, comerán, cenarán, darán clases, pasarán tiempo libre… Se trata de una sala que cuenta con varias mesas y numerosas sillas y en la que no faltan unas pantallas y, curiosamente, un piano.
Después, continuamos el recorrido pasando por la capilla. La princesa Leonor y sus compañeros tienen en el Juan Sebastián de Elcano un lugar destinado a las creencias religiosas. De hecho, nada más acceder a la que será su casa en los próximos meses, la princesa de Asturias tuvo oportunidad de saludar al capellán de la embarcación.
Los camarotes y los aseos que compartirá la princesa Leonor con sus compañeros
Pero si algo llamó la atención de la zona interior del buque escuela, fueron los camarotes. La zona en la que la princesa Leonor y sus compañeros dormirán durante su periplo por alta mar, conocida como el sollado de guardiamarinas, está dividida en filas de literas de tres. Unas camas pequeñas ya con sus almohadas y sus sábanas y con un enchufe en la zona superior. Además, cada espacio individual cuenta con su cortina para que los alumnos tengan intimidad y tranquilidad a la hora de dormir, y con un pequeño canapé debajo de cada una de ellas. Y es aquí donde viene uno de los retos de la aventura.
La princesa de Asturias y sus compañeros deben ser prácticos puesto que cuentan con poco hueco para guardar sus pertenencias. A este pequeño canapé se suma la pequeña taquilla con la que cuenta cada uno. En la embarcación no hay sitio para más. Esto supone que los alumnos tengan que vivir con lo básico. Para el medio año que van a pasar recorriendo diferentes países a bordo de esta embarcación, tienen que elegir bien qué se llevan y qué no. Una tesitura a la que la princesa Leonor no suele enfrentarse pero que esta vez no le quedará más remedio que llevar a cabo.
Muy cerca de las camas, los alumnos tienen los baños. Unos aseos comunes que resultan prácticos y que en el caso de la princesa Leonor, compartirá con otras dos compañeras, igual que hará con su camarote. Cabe recordar que de los 76 alumnos que formarán parte del crucero de instrucción, tan solo nueve son mujeres.
Una de las estancias que no mostraron en el recorrido de ayer pese a la curiosidad que generaba, es la cocina. Lo que sí contó la alférez Ida Blanco fue que la princesa Leonor y sus compañeros comerán de todo. A la pregunta sobre el menú que se sirve a bordo del Juan Sebastián de El Cano, aseguró que “se como en cualquier casa. De todo”. A la prensa tuvieron la deferencia de ofrecernos unos sándwiches de jamón y queso que, quién sabe, quizás formen parte del menú de Leonor.
Uno de los grandes retos físicos de Leonor en el Juan Sebastián de Elcano
A los retos de las escaleras vertiginosas y de ser prácticos a la hora de llevar y guardar sus pertenencias, hay que sumar uno mayor si cabe. Si hubo algo que ayer fue comentado durante el recorrido, fue la altura de los mástiles. En la cubierta, resultaba inevitable mirar hacia arriba para ver los cuatro mástiles. Unos palos que llevan por nombre Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, el nombre de los cuatro buques escuela que precedieron a Elcano. Pues bien, entre las maniobras que tendrán que realizar los alumnos, está la de subir a unos cincuenta metros de altura.
Esto es algo que desde hace años llevan a cabo con un arnés de seguridad, algo que en el pasado se hacía sin esta medida y que resultaba más arriesgado todavía. Pero aún así, da respeto pensar en cómo tiene que ser la subida y lo difícil que tiene que resultar maniobrar desde tan alto. ¿Se sumará la princesa Leonor a esta maniobra? Si algo dejaron claro ayer los miembros de la tripulación es que pretenden que la princesa de Asturias sea una más entre sus compañeros. Sin embargo, al preguntar qué pasa en caso de que un alumno no suba a los palos, la respuesta sobre Leonor fue un tanto diferente.
Desde la tripulación explicaron que el hecho de que un alumno no suba, puede ser motivo de baja puesto que se supone que deben estar perfectamente preparados para ello. Pero, ¿qué pasa si la princesa de Asturias no sube? El silencio fue la respuesta. Sea como sea, lo que está claro es que este será su gran reto físico en sus meses de aventura. Sin duda, en el caso de que la princesa Leonor haga estas maniobras, será una de las fotos más comentadas de su aventura en alta mar.