El príncipe Harry (39 años) y Meghan Markle (42 años) se han convertido en protagonistas del peor momento del rey Carlos III (75 años). Llevaban tiempo haciendo menos ruido y más alejados del foco mediático. Salvo algunas apariciones puntuales por motivos de trabajo, preferían llevar una vida discreta en California junto a sus dos hijos y centrados en sus proyectos. Sin embargo, ahora que el monarca no deja de ser noticia por su diagnóstico de cáncer y que Kate Middleton también está convaleciente de su intervención quirúrgica, los duques de Sussex estarían aprovechando la situación para dar algunos golpes sobre la mesa.
Parecía que este momento tan delicado para los Windsor, iba a suponer un acercamiento entre el príncipe Harry y su padre. Pero nada más lejos de la realidad. La visita exprés del duque de Sussex a Londres para reencontrarse con el rey Carlos III después de conocerse su enfermedad, habría sido solo por motivos de imagen. Así lo aseguran desde la prensa británica, que descartan ese posible acercamiento. Algo que queda más descartado todavía con los últimos gestos de Harry y Meghan Markle. Uno de los últimos está relacionado con sus hijos y está siendo de lo más comentado porque rompe con una tradición de Isabel II.
Harry y Meghan cambian el histórico apellido de sus hijos
El príncipe Harry y Meghan Markle han estrenado una nueva web en la que hay detalles reveladores que bien podrían ser toda una declaración de intenciones en estos momentos tan delicados para el rey Carlos III. Entre ellos, llama la atención el nombre de sus hijos. En la web en cuestión, Archie y Lilibet cobran cierto protagonismo y sus nombres aparecen con una llamativa modificación. Mientras que hasta ahora los pequeños llevaban el Mountbatten-Windsor detrás de su nombre, ahora este ha desaparecido y el apellido que se puede ver es Sussex. Así que a partir de ahora, Harry y Meghan quieren que sus hijos sean conocidos como Archie Sussex y Lilibet Sussex.
La historia del apellido Mountbatten-Windsor que eligieron Harry y Meghan
Esto es algo que ha resultado llamativo puesto que el hecho de que llevaran el Mountbatten-Windsor tras su nombre, respondía a una tradición de la reina Isabel II y su marido Felipe de Edimburgo. El apellido Mountbatten pertenecía al abuelo del príncipe Harry. Cuando se casó con Isabel II, tuvo que ceder y Felipe tuvo que dejar de lado su apellido para dar paso al Windsor de la monarca. Lo hizo aceptando que sus hijos cambiarían el orden de sus apellidos y llevarían primero el materno y después el paterno. Después, la siguiente generación ya podría decidir cómo ordenarlos.
En el caso de Harry y Meghan, fueron los primeros que decidieron homenajear al duque de Edimburgo poniendo primero el Mountbatten y después el Windsor. Un gesto que emocionó al abuelo de Harry y que también aceptó Isabel II sabiendo de lo especial que era para su nieto. Primero lo hicieron con Archie y después con Lilibet. Pero ahora, a través de su página web, han dejado clara su decisión de que esto desaparezca y que sea Sussex el apellido con el que se conozca a sus hijos.
¿Por qué el príncipe Harry y Meghan Markle han cambiado el apellido de sus hijos?
Por el momento, el príncipe Harry y Meghan Markle no han explicado la razón por la que han hecho este cambio. Mientras hay medios británicos que apuntan a un nuevo desplante para la familia real británica, hay otros que señalan que podría ser una forma de dar más visibilidad si cabe a su título, de unir su nombre al de sus hijos y de potenciar todavía más sus negocios por esta denominación común. Sea como sea, lo que sí han conseguido ha sido volver a acaparar titulares en el momento más delicado de la familia real.