El mes de mayo siempre tendrá un sabor especial para don Felipe (56 años) y doña Letizia (51 años). En poco más de diez días los reyes de España celebrarán su 20 aniversario de boda, dos décadas de amor en los que no todo ha sido color de rosa, cierto, pero que les ha llevado a convertirse en una de las parejas reales más aclamadas dentro y fuera de nuestras fronteras gracias.
A diferencia de otras casas reales que aprovechan este tipo de conmemoraciones para celebrarlo por todo lo alto, en España no se espera ningún tipo de despliegue especial. Don Felipe y doña Letizia son muy reacios a celebrar este tipo de aniversarios, al menos de manera pública. Cabe recordar que ni siquiera hacen mención alguna a sus respectivos cumpleaños por lo que no se espera nada al respecto. Eso sí, no sería de extrañar que ambos liberaran sus agendas para disfrutar de una velada de carácter privado como han hecho hasta ahora.
El 'conflicto' de Felipe y Letizia en su boda
Aprovechando este aniversario tan especial, desde Lecturas.com hemos querido rescatar algunos de los momentos más anecdóticos de ese histórico día en el que la ciudad de Madrid se echó a la calle para celebrar la boda de los entonces príncipes de Asturias.
Letizia Ortiz se despertó con fiebre ese día y se la vio visiblemente incómoda con un imponente vestido de inspiración señorial creado por Pertegaz que pesaba más de 15 kilos, pero en toda boda que se precie lo importante es la comida.
Los novios confiaron el menú en los prestigiosos chefs Ferran Adrià y Juan Mari Arzak, una gran apuesta que constó en una decena de aperitivos fríos y calientes, un entrante, un plato principal y postre. Pues bien, un detalle que muchos no conocen es el 'conflicto' que surgió entre don Felipe y doña Letizia por el tipo de postre que se daría a los invitados.
El repostero Paco Torreblanca se encargó de la tarta. Y fue él quien años más tarde desveló que a los actuales reyes les costó ponerse de acuerdo porque tenían gustos muy diferentes. Como a don Felipe le gusta el chocolate amargo, el cocinero les planteó una opción que a Letizia no le gustó. Así que dio un paso atrás y optó por un postre más clásico a base de chocolate con leche y avellanas, más del gusto de la novia. El entonces príncipe de Asturias aceptó de buena gana y el resultado final fue una gran tarta nupcial de dos metros de alto que pesaba alrededor de 150 kg. Una auténtica obra de ingeniería que asombró a los miles de invitados por su sabor y estética.
Croquetas, jamón y marisco: El menú completo de la boda de Felipe y Letizia
El gran salón del Palacio Real de Madrid acogió la celebración de la boda del heredero al trono con la periodista Letizia Ortiz. Un despliegue sin antecedentes donde la comida, como en toda boda que se precie, tubo un papel protagonista.
El menú diseñado por los prestigiosos chefs españoles Ferran Adrià y Juan Mari Arzak consistió en un cóctel con 12 platos tan icónicos como: Jamón de Jabugo, queso manchego, croquetas, tartaletas de esqueixada, mousse de pescado de roca, patatas rellenas de changurro, tostas de champiñón, puntas de espárragos verdes fritos, vieiras fritas empanadas, canapés de Gamonedo y La Peral con manzana, tirabuzones de lenguado y cestas de verduras.
Ya sentados a la mesa, el entrante era una tartaleta hojaldrada de frutos del mar sobre fondo de verduras; que daba paso a un plato principal compuesto por capón de Palencia asado al tomillo con frutos secos. Todo, regado por una selecta selección de vinos de toda España. Como guiño a la tierra de la novia, tampoco podía faltar la sidra.
Teniendo en cuenta que se trataba de una boda con 1.800 invitados de todas las partes del mundo, los chefs crearon 7 platos alternativos para vegetarianas, alérgicos e intolerantes al gluten.
La evolución de la reina Letizia tras 20 años en la familia real
"Novia mojada, novia afortunada", dice el refrán. ¿Pensará lo mismo la reina Letizia? Ese 22 de mayo de 2004 cayó un auténtico aguacero sobre Madrid que deslució la entrada de la flamante novia a la Catedral de la Almudena, pero desde entonces lo cierto es que su evolución ha sido estratosférica, tanto que se ha convertido en una pieza clave en el porvenir de la Casa Real española.
Su cercanía, profesionalidad y naturalidad la ha catapultado a lo más alto dentro del universo royal y no tiene intención de dejarse amedrentar por nada ni por nadie. En la actualidad ocupa el podio de las reinas más influyentes del mundo, y la siguen muy de cerca Máxima de Holanda o Rania de Jordania, entre otras.