Desde que Harry y Meghan estrenaron el documental que grabaron durante su viaje a Sudáfrica en el que hablan de su vida privada, su relación con el resto de miembros de la familia real británica saltó por los aires. Varios gestos evidencian que Isabel II no está de acuerdo con la actitud de su nieto y su mujer al contar secretos de su intimidad en los medios de comunicación. La monarca británica ha quitado una fotografía de su salón en la que aparecían los duques de Sussex y en el Día del Recuerdo no cruzó ni una mirada con ellos. A esto hay que añadir algunas decisiones de Meghan Markle y el príncipe Harry como marcharse una temporada a Estados Unidos y pasar allí la Navidad, rompiendo la tradición de pasarla junto a los Windsor.
Pero Isabel II no lo puede evitar y aunque públicamente muestre esta actitud hacia ellos, le resulta inevitable actuar más como abuela que como reina. En las últimas semanas son varias las ocasiones en las que Isabel II ha ido hasta Frogmore Cottage, la residencia oficial de los duques de Sussex, para visitarles y hablar con ellos. La abuela del príncipe Harry está preocupada por lo mal que lo están pasando su nieto y su mujer, por eso no duda en ser ella la que se acerque a verles. Les muestra su apoyo y les aconseja sobre cómo actuar en un momento tan delicado. Esto no quiere decir que la reina esté de acuerdo con que Meghan y Harry protagonizaran el comentado documental, todo lo contrario.
Como reina de Inglaterra ella tiene la norma de que ningún miembro de su familia haga públicos determinados aspectos. Pero su papel de abuela le puede y esta vez está por encima del de soberana británica. Al menos en privado. Además desde Buckingham Palace han querido recordar que el príncipe Guillermo y Kate Middleton pasaron una Navidad lejos de la familia real,por lo que a la reina no le resulta tan grave que Harry y Meghan vayan a hacer lo mismo este año.