Suma y sigue. Lo de que Meghan Markle rompa con las tradiciones de la familia real británica no tiene fin. Desde que llegó a la vida del príncipe Harry son varias las ocasiones en las que se ha saltado las normas a favor de su intimidad, su vida privada y sus prioridades. En actos oficiales ha roto el protocolo en más de una ocasión a favor de su naturalidad. Ha dejado de asistir a Balmoral en verano para compartir unos días de vacaciones junto a Isabel II. Ha aparecido en medios de comunicación hablando de su vida privada.Ha buscado ayuda en expertos en imagen de Estados Unidos en lugar de contar con los de la familia real. Y todo lo relacionado con su hijo Archie, incluso su nacimiento y su bautizo, lo lleva en privado.
Para todo esto Meghan cuenta con el apoyo de su marido pero con el desacuerdo de Isabel II y el resto de la familia. Ahora los duques de Sussex se están planteando algo con lo que volverían a romper la tradición y con lo que seguro levantarían polémica.La pareja está pensando pasar las vacaciones navideñas muy lejos de Reino Unido. A Meghan Markle le gustaría viajar a California para pasar la primera Navidad del pequeño Archie junto a Dorian Ragland, la madre de Meghan. Y cómo no, el príncipe Harry está dispuesto a acompañarles.
La tradición marca que todos los miembros de la familia real británica se reúnan en Nochebuena en la casa que tienen Sandringham y disfruten juntos de la noche. Tanto el año pasado como el anterior, cuando Meghan y Harry todavía no estaban casados, pasaron estas fechas con Isabel II y el resto de familiares. Por eso ahora Meghan ha decidido que es el momento de cambiar y que después de dos años quiere estar junto a su madre, a la que ve muy poco porque viven muy lejos la una de la otra. De momento lo que parece seguro es que los duques de Sussex pasarán en Estados Unidos Acción de Gracias. Habrá que esperar para ver si repiten viaje en Navidad.