Federico de Dinamarca rescata su cara más seductora en su visita a Polonia sin Mary Donaldson

Solo le ha hecho falta unas horas en Polonia a Federico de Dinamarca para sacar a relucir esa fama de conquistador que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a la Casa Real.

Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 1 de febrero de 2024, 18:14

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El primer día de Federico de Dinamarca (55 años) en Polonia ha dado para mucho. Mientras en España se sigue intentando dar con el paradero de Genoveva Casanova (47 años), el nuevo Rey ha hecho su primer viaje al extranjero como monarca a la cabeza de la delegación empresarial danesa dentro de la eficiencia energética, la agricultura climática y el biogás.

A lo largo de esta primera jornada, Federico hecho un periplo por la ciudad de Varsovia en la que ha aprovechado para visitar el Palacio Presidencial, la Cámara Baja polaca y el Senado, así como la tumba del Soldado Desconocido. El día culminaba con una cena de gala en su honor ofrecida por el embajador de Dinamarca en el Kubicki Arcade del Palacio Real. Ha sido allí, cuando el monarca danés ha sido pillado en una actitud muy distendida en medio de la cena con una de las mujeres de la mesa. 

Tal y como se puede ver en la imagen, Federico y esta misteriosa y atractiva mujer estuvieron charlando animadamente durante toda la velada ajenos por completo a la presencia de las cámaras. El monarca la miraba con complicidad, instantánea que nos ha hecho recordar de manera inevitable esa fama de conquistador que arrastra desde que era un adolescente hasta la actualidad, cuando todavía colea su amistad especial con Genoveva Casanova. 

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Lejos de mostrarse incómoda, esta mujer, que lucía un elegante vestido negro troquelado y pelo recogido en un moño desenfadado, le respondía con la misma sonrisa, prueba de que se encontraba a gusto con la presencia del monarca. 

La fama de conquistador de Federico de Dinamarca

A sus 55 años y ya convertido en Rey de Dinamarca es imposible liberar a Federico de esa fama de conquistador. Durante su juventud tuvo una actitud rebelde que le hizo copar infinidad de portadas y generar muchos dolores de cabeza a su madre. La primera novia de Federico fue Mie Egmont, compañera de instituto. Lo suyo fue muy breve y tras el curso ambos emprendieron rumbos por separado. Luego se conoció a Nina Klinker Jorgensen, un romance también fugaz que llegó a su fin cuando la joven decidió apostar por su carrera como actriz. 

En 1992, su entonces novia, la modelo Malou Aamund, fue detenida con él de copiloto por exceso de velocidad; sin carné y en estado de embriaguez, una polémica que llegó al Parlamento danés. ¿La solución? Sus padres le enviaron a estudiar al extranjero para enmendar la situación lo que supuso el fin de su relación. 

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La siguiente en ocupar su corazón fue la modelo danesa Katja Storkholm. Estuvieron juntos durante dos años e incluso se habló de planes de boda. Sin embargo, la reina Margarita nunca aprobó la relación. Antes de conocer a Mary en el año 2000, estuvo un año con la cantante danesa Maria Montell, quien tampoco terminó de encajar en palacio. 

Lo cierto es que la llegada de Mary Donaldson a su vida disminuyó su fama de conquistador pero no la borró por completo. En 2011, el matrimonio tuvo que hacer frente a una gran polémica después de que la revista danesa 'Se og Hør' publicara que el príncipe heredero había sido grabado en un club con una misteriosa rubia solo unos días antes del bautizo de sus mellizos. La última fue hace solo unos meses, cuando Lecturas publicó en exclusiva las imágenes de Federico con Genoveva Casanova por Madrid, una amistad desconocida para el mundo que hizo tambalear los cimientos de la casa real danesa y ha conseguido que la reina Margarita abdicara en favor de su primogénito con el único objetivo de acallar por completo los rumores. 

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