La infanta Cristina (57 años) ha pasado su primera Navidad como mujer separada de una forma muy activa y estuvo los últimos días de 2022 a caballo entre Madrid y Barcelona. Entre reuniones y encuentros familiares, aprovechó para operarse de cataratas y la presbicia en Barcelona, una información publicada en exclusiva en la revista Lecturas.
Un cambio de imagen que llega cuando se cumple un año de las fotos que publicó Lecturas de su exmarido Iñaki Urdangarin (55 años) de la mano de Ainhoa Armentia (44 años), y que dieron la vuelta al mundo. Hemos podido ya el resultado de la última intervención de la cuñada de la reina Letizia (50 años) en el reencuentro de la familia real en Atenas, durante los funerales de Constantino de Grecia.
El 'plan renove' de la infanta
Cristina quiere dejar atrás su peor época. Sus primeras imágenes tras conocerse su separación de Urdangarin, de la que ahora hace un año, se captaron en el aeropuerto de camino a Abu Dabi y mostraban a una mujer solitaria, con mascarilla, y gafas de lectura. A la infanta no le gustaron nada esas imágenes, en las que se la veía con aspecto cansado y triste. Algo a lo que ha puesto remedio en los últimos meses. Tras actualizar su melena y quitarse la verruga que tenía junto al labio, ahora ha dicho adiós a las gafas de leer. Se operó en Barcelona el 22 de diciembre en la clínica Teknon, la misma donde dio luz a sus cuatro hijos cuando residía en la ciudad.
El resultado del último paso en la transformación de Cristina de Borbón
A primera hora de la noche del domingo 15 de enero, víspera de los funerales de su tío, el exrey Constantino, la infanta se unía al resto de su familia en una cena celebrada en el Hotel Grande Bretagne de Atenas. A pesar de la solemnidad de las circunstancias, Cristina de negro, como el resto de los presentes, lucía como nunca. La hija de los reyes Sofía y Juan Carlos había recogido su melena en una coleta con la raya a un lado. Su rostro, ya sin gafas, ha ganado en luminosidad, destacando unos labios pintados ligeramente con carmín rojo.
La infanta Cristina, ya sin gafas, y muy favorecida con el nuevo cambio de imagen que ha 'estrenado' en el funeral de Constantino de Grecia
La madre de Irene Urdangarin, que iba de la mano de su tía Irene, llevaba un precioso abrigo negro que dejaban ver unas joyas discretas, entre las que llamaba la atención su anillo de casada, que no se ha querido quitar a pesar del fin de su matrimonio con el exduque de Palma. "Yo no he fallado", subrayó tajante en las únicas palabras que ha pronunciado al respecto de su separación y que traslado a Lecturas.
Estos días en Atenas, han dejado imágenes muy tiernas de la gran unión de la infanta Cristina con sus hijos. La acompañaron todos. Vimos el gran cambio físico que ha experimentado su hija pequeña, Irene, y lo mucho que la han cuidado Pablo y Miguel, a quien las cámaras captaban dándole un cariñoso beso en la mano al percatarse de la gran tristeza de su madre.
Un año de las fotos de Urdangarin con Ainhoa Armentia que precipitaron la separación
A la muerte de su tío Constantino se cumple un amargo aniversario para Cristina de Borbón y su familia. Estos días se cumple un año de las fotos de Lecturas que destaparon la relación de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. Una auténtica sacudida emocional que precipitó el anuncio del fin del matrimonio, primero con un breve comunicado y después con las primeras palabras de Cristina, publicadas por Lecturas, en las que dejaba claro su deseo de poner en marcha el proceso de divorcio.
"Esa tarde aciaga su amor por Iñaki murió para siempre", contaba Pilar Eyre. Muy "interesada" en dar su versión, la hermana del rey Felipe expresó contundente: "No va a haber ni reconciliación ni perdón". Meses después, ya en septiembre, se conocían los primeros detalles del acuerdo de divorcio, iniciado en abril, que está siendo asesorado por el mismo abogado y en el que la máxima prioridad es la tranquilidad de sus hijos.