Este 2024 está siendo un año bastante distinto al pasado para la infanta Leonor (18 años), que se encuentra inmersa en los pasos finales de su formación en el Ejército de Tierra. Es por esto que, en lo que va de año, hemos podido verla bastante menos que en 2023. El pasado 8 de enero, después de participar en su primera Pascua Militar y de pasar unos días de vacaciones con su familia, la hija de Letizia (51 años) retomaba su formación militar en la Academia Militar de Zaragoza. Desde entonces la hemos podido ver en algún acto programado, como el aniversario del centro castrense, o en la aparición sorpresa en un evento de la reina en Salamanca, pero poco más. Y es que la hermana de la infanta Sofía (16 años) ha optado por seguir con sus compromisos educaciones sin hacer demasiado ruido.
A pesar de que son muy pocos los detalles que se conocen de su vida dentro de la academia, un dato que ha trascendido es que esta semana su formación se complica y la princesa deberá enfrentarse a unas condiciones mucho más duras. ¿La razón? Del 11 al 22 de marzo, Leonor deberá realizar una nueva fase de instrucción.
Los alumnos y alumnas de la Academia Militar de Zaragoza realizan clases teóricas en el centro que combinan con períodos de entrenamiento muy duros que deben prepararlos para situaciones extremas. La hija del rey Felipe VI lo sabe bien, ya que no es la primera vez que lleva a cabo este tipo de aprendizaje. La vimos hacer maniobras de tierra al poco tiempo de ingresar en la academia y también desplazarse hasta la estación de Astún junto a sus compañeros para realizar actividades de alta montaña.
Las condiciones extremas a las que debe enfrentarse la princesa Leonor
Estas fases de instrucción sirven a los cadetes para poner en práctica todo lo aprendido en las aulas. Una forma de que lo teórico se aplique a la vida real y que el aprendizaje sea más sólido. Eso sí, esto implica un gran esfuerzo físico por parte de los cadetes que deben demostrar su capacidad para soportar estas situaciones. De hecho, las actividades a las que deberá enfrentarse esta semana la princesa implican, precisamente, un alto nivel de resistencia y cansancio.
Será en el Campo de San Gregorio, un centro del Ejercito de Tierra ubicado en el Acuartelamiento General Quintana, donde la nieta de la reina Sofía demostrará sus habilidades. Esta base está especializada en maniobras de adiestramiento acorazadas y mecanizadas. Para ello, cuenta con instalaciones de todo tipo e incluso herramientas de última tecnología de simulación virtual. Así, durante estos días, Leonor llevará a cabo elaboración de tácticas, manejará varios tipos de armas, practicará su orientación sobre el terreno e incluso simulacros de combate.
La dureza de las prácticas no es lo único diferente durante esta semana para la princesa. Las normas que rigen su vida cotidiana en la academia se verán modificadas en algunos aspectos. El más evidente es que Leonor y sus compañeros dormirán en el campamento María Cristina, una zona a 40 minutos del centro.
Allí dormirán y comerán usando las raciones de combate, que se basan en unas pequeñas cajas de comida de 700 gramos envueltas en bolsas de color caqui, tal como informa 'Vanitatis'. Los alimentos de los que disponen los cadetes en dichas raciones son de preparación fácil y de larga duración, como enlatados, embutidos, barritas energéticas o bebidas isotónicas.
Otra medida a la que deberán adaptarse todos los alumnos no podrán usar el teléfono móvil ni contactar con el exterior. El objetivo de estas medidas extraordinarias es que los cadetes estén totalmente concentrados en las actividades organizadas. Una vez terminado esta semana, la princesa volverá a su formación habitual desde Zaragoza. Allí seguirá estudiando sus últimas asignaturas hasta que llegue el nuevo período de instrucción, del 27 de mayo al 7 de junio.