Carlos III siempre ha defendido que su reinado iba a estar predominado por los valores de la sostenibilidad, el ahorro y pensando en una monarquía reducida porque es consciente de las necesidades actuales. Aunque para la coronación del próximo 6 de mayo, el monarca parece haber olvidado todo su discurso y ha querido que este evento sea a lo grande, tanto es así, que ha conseguido posicionarse como la coronación más cara de la historia de Inglaterra.
El soberano redujo la lista de invitados para marcar una diferencia con su madre, y así aprovechar para tener una coronación menos "ostentosa". No obstante, las cifras dicen lo contrario, se estima que la cifra aproximada que lleva invertido el Carlos III en la coronación es de 100 millones de libras, casi 115 millones de euros.
![El rey Carlos III](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 800"%3E%3C/svg%3E)
El rey Carlos III saluda a la multitud que lo espera
La coronación más cara de Inglaterra
El rey Carlos III ha conseguido superar con creces el presupuesto destinado a la coronación de su madre, a pesar de que los tiempos han cambiado y las cosas se han encarecido, la suma total que el monarca ha destinado a los diferentes eventos relacionados con coronación como rey ha superado las expectativas.
Desde el palacio de Buckingham han querido emitir un comunicado informando que "dado que la coronación es un evento nacional y de Estado, la financiación incluirá al fondo soberano y el Gobierno británico". La traducción sería que el monarca no pone ni una libra de su bolsillo, que todo ese dinero sale de las arcas públicas del Estado, de los impuestos que han estado generando los ciudadanos que residen en Reino Unido.
Esta cifra tan alta y la procedencia de la misma ha generado cierto malestar entre la sociedad británica, que no ve bien porqué deben correr ellos con los gastos, cuando la fortuna de Carlos III es de 680 millones. El soberano no tuvo que pagar ningún tipo de impuesto de sucesión una vez que heredó el cargo y los bienes patrimoniales de su difunta madre, además de los beneficios que le reporta el ducado anualmente.
YouGov ha estado haciendo encuestas recientemente sobre qué les parece a los británicos que el monarca haya decidido designar tanto dinero público a este evento. Los resultados son poco esperanzadores para Carlos III, solo un tercio de la población británica que vive en Reino Unido, afirma tener algún interés en la coronación. Más de la mitad de las personas encuestadas están en contra de que se use el dinero de sus impuestos para este evento.
El rey Carlos III y la reina consorte Camilla Parker
¿Es necesario tanto presupuesto para una coronación?
Se estima que una gran parte del presupuesto vaya destinada a la seguridad. Al tener tantos invitados de varias casas reales y numerosos jefes de Estado de múltiples países, hace que haya una gran cantidad de dinero destinada a esa partida. En el Jubileo de Platino de Isabel II, se apartaron 9,5 millones de euros sólo en el despliegue policial.
Aunque si se compara con el presupuesto destinado a la proclamación de Felipe VI como rey de España, el monarca británico convierte en irrisoria la cantidad que se utilizó para tal fin. El dinero que se empleó para la proclamación de Felipe VI fueron unos 300.000 euros y hubo un despliegue policial cercano al que suele haber cuando hay partidos de fútbol de alto riesgo.
Sin duda, esta coronación quería ser "frugal" y ha terminado siendo lo contrario, esto ha provocado que muchos los británicos, un 45%, que fueron encuestados por la BBC hace un par de semanas sacaran la conclusión de que el rey Carlos III está desconectado de la realidad actual de los ciudadanos. Algo que por el momento no afecta directamente a la estabilidad de la monarquía en el país, pero que a la larga puede tener consecuencias para la Familia Windsor.
La Corona siempre ha sido consciente de que su posición es débil y depende de la aprobación del pueblo, por eso siempre se han hecho esfuerzos, por parte de la Familia Windsor, para intentar parecer lo más cercanos al resto de ciudadanos británicos, algo que no siempre se cumple y que además genera mucho malestar en la sociedad británica a día de hoy.
Quizás algunos de los que hoy se posicionan en contra de tener que pagar por esta celebración no dirían lo mismo, si Carlos III, se hubiera contentado con su proclamación como rey una vez que su madre falleció. La coronación es un evento que no era necesario en estos días pero que el monarca ha decidido mantener, por tradición, aunque muchos de los ingleses lo ven como algo superfluo y redundante.