No está siendo una semana fácil para la Casa Real española. El pasado lunes, los reyes, las infanta Cristina y Elena, el rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía, así como otros familiares royal, acudieron al funeral de Fernando Gómez-Acebo en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid. Todos ellos no dudaron en dejar de lado polémicas y rumores para arropar a los familiares del primo del monarca.
Apenas dos días después ha salido a la luz que doña Sofía (85 años) fue ingresada este martes por la noche en la clínica Ruber de Madrid por "una infección del tracto urinario". De momento, tal como informa 'Vanitatis' tras hablar con la Casa Real, la emérita permanece "en observación". Era el Palacio de la Zarzuela quien comunicaba la condición de la emérita y aseguraba que su evolución estaba siendo "muy rápida y favorable".
A pesar de estas buenas noticias, Felipe ha querido apoyar a su madre y se ha acercado hasta el centro médico. Con rostro serio y sin rastro de la reina Letizia, el monarca ha entrado, sin pausa alguna y con paso firme, en el hospital. Apenas 20 minutos después, el monarca ha salido de la clínica y se ha dirigido, rápidamente, hasta el coche oficial que esperaba su regreso.
Ha sido entonces, tal como han captado las cámaras de 'Tarde AR', cuando el rey se ha detenido junto a los medios de comunicación. El hermano de la infanta Elena ha bajado la ventanilla y ha saludado, muy sonriente, a los periodistas allí congregados. Al preguntarle por su madre, Felipe ha asegurado que todo está bien. "Está muy bien, animada y con ganas de que le den el alta", ha afirmado. Instantes después ha vuelto a subir la ventana del vehículo y se ha alejado.
El padre de la princesa Leonor (18 años) ha acudido tras cumplir con sus compromisos institucionales de hoy. Concretamente, ha realizado varias audiencias con autoridades y cargos militares. El rey ha hablado con los allí presentes de manera amable y natural, aunque de vez en cuando eran evidentes algunos gestos de preocupación. Unas expresiones que, tras conocer el ingreso de su madre, cobran todo el sentido.
La familia Borbón se reencuentra en varios eventos durante la última semana
No es habitual ver a todos los Borbón en un mismo acto. La última vez fue durante la comida de celebración por el cumpleaños de la infanta Elena (60 años) hasta esta última semana. El sábado 6 de abril, los reyes eméritos, las infantas, Froilán y Victoria Federica acudieron a la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, nieta de Teresa de Borbón- Dos Sicilias. Aunque no vimos sus interacciones entre ellos, está claro que los miembros que asistieron al evento disfrutaron de todo un día de festividades. Los grandes ausentes fueron Felipe y Letizia que anunciaron que no acudirían.
Una segunda vez que se han visto ha sido por un motivo mucho más trágico: la prematura muerte de Fernando Gómez-Acebo a los 49 años por una insuficiencia cardiorrespiratoria agravada por haber contraído la Gripe A. En esta ocasión los monarcas se unieron a sus familiares para dar el pésame a los seres queridos de Fernando.
Serios y contenidos, los reyes se acercaban para saludar a los familiares del fallecido. Simoneta Gómez-Acebo saludó a la reina realizando una reverencia y mirándola con cariño. Un gesto con el que queda claro que, a pesar de las tensiones entre Letizia y la familia de su marido, el cariño y la solidaridad han sido más importantes.
Y no solo eso. Fue en este acto cuando tuvo lugar el cara a cara entre la reina y el rey emérito Juan Carlos. Una imagen que no veíamos desde hace años. Aunque ambos han acudido a algunos eventos, como la misa funeral de Constantino, nunca se habían mirado de frente. En la entrada de la iglesia, la madre de la infanta Sofía (16 años) charlaba con Juan Carlos durante unos minutos.
La reina Letizia, la gran ausente en la visita a la reina Sofía
Aunque no había ninguna confirmación, aún quedaba la esperanza de ver al rey Felipe VI acompañado por la reina Letizia en su visita a la clínica Ruber. Sin embargo, no ha sido así. La monarca se ha mantenido al margen de esta visita familiar y ha dejado que sea su marido quien se muestre ante las cámaras.
La última vez que vimos a la reina fue durante el funeral de Fernando Gómez-Acebo, donde se mostró cercana y natural y mantuvo una conversación distendida con sus familiares. Tanto destacó su presencia que hasta la prensa internacional analizó su presencia y su estilo en este acto.
Elogiando su "mirada recatada" al llegar a la iglesia en la que tuvo lugar la ceremonia, 'The Daily Mail' afirmó que la actitud de la reina tenía "un aire de melancolía". En cuanto a su estilismo, el citado medio lo definió como "sofisticado" y aplaudió que mantuviera su "maquillaje sutil".