Durante años, Charlene de Mónaco (45 años) ha sido objetivo de las críticas por sus escasas apariciones públicas que hacía como primera dama del Principado, algo que a juzgar por sus últimos movimientos ha llegado a su fin. Si echamos la vista atrás, hemos podido ver a Charlene hasta en cinco ocasiones, algo reseñable teniendo en cuenta que en el pasado podíamos estar meses sin ver a la sudafricana.
La mujer del príncipe Alberto hacía sombra a Carolina de Mónaco en la víspera del Baile de la Rosa y solo unos días después inauguraba su agenda internacional con un viaje a Florencia no sin antes acompañar a su marido en el aniversario por la muerte de Rainiero III. La cosa no se quedaba ahí… Este fin de semana, Charlene disfrutaba de la final del Masters1000 de Montecarlo junto a sus hijos y este miércoles reaparecía por sorpresa en la primera ceremonia del Salón de la fama del Rugby Club Toulonnais (Toulon)
Charlene de Mónaco acaparó todo el protagonismo a su llegada a la gala. Para la ocasión, recurrió a un clásico, elegante y siempre favorecedor traje sastre en color negro. Un dos piezas compuesto por blazer de corte recto con amplias solapas, cierre con un único botón y bolsillos con solapas que combinó con unos pantalones a juego. Lejos de querer crear un contraste con los complementos, la sudafricana completó su outfit con un sencillo top, también negro, y salones y cartera al tono. Contrarrestó este extra de negro con unos imponentes labios rojos, que confirman ese cambio de actitud.
Charlene y Alberto de Mónaco en el Rugby Club Toulonnais
El matrimonio protagonizó momentos muy cómplices durante toda la ceremonia que zanjan de manera radical los incesantes rumores de separación entre ellos. Y es que aunque llevan más de una década juntos, la sombra del divorcio siempre les ha perseguido.
El cambio de estrategia de Charlene de Mónaco
¿Está dispuesta a coger las riendas del Principado? Esto parece el inicio de una nueva era en Charlene de Mónaco, y el príncipe Alberto no puede estar más feliz con la decisión de su mujer. Totalmente recuperada de la enfermedad que le llevó a estar un año alejada de toda su familia, la exnadadora es una mujer nueva y renovada con ganas de ocupar ese lugar protagonista que adquirió el día en el que le dio el 'sí, quiero' al soberano.
A todas las apariciones públicas mencionadas anteriormente hay que sumar una cita ineludible en la que tendrá la oportunidad de estrechar lazos con los miembros de la realeza europea. En poco menos de un mes, Charlene formará parte de la comitiva real que acompañará a Carlos III en su histórica Coronación en la Abadía de Westminster, una oportunidad de lujo para demostrar que su transformación es una realidad.