La princesa Charlene de Mónaco (45 años) estuvo el pasado domingo junto a su hijo Jacques y su marido, Alberto de Mónaco (65 años) en una recepción. No es habitual que el hijo de la pareja esté presente en los actos oficiales ya que el joven royal es muy pequeño para asistir a los compromisos que tienen sus progenitores en la agenda, pero en esta ocasión, al ser un acto relacionado con el deporte, Jacques no se sintió tan fuera de lugar.
El palacio de Mónaco fue el lugar escogido por el royal para dar la bienvenida a los jugadores de baloncestos del AS Monaco Basket (ASM) después de que se alzaran con el trofeo del campeonato francés de baloncesto de élite. Todos los jugadores y el equipo directivo y deportivo posaron para una fotografía familiar en la que estaban incluidos el pequeño Jacques y Charlene.
Madre e hijo muy unidos
La mujer del príncipe Alberto de Mónaco es una madre devota y cariñosa, cuando alguno de sus dos mellizos, o los dos, están presentes en algún acto oficial al que la acompañan, no se separa de ellos para hacerlos sentir seguros y protegidos. Este tipo de compromisos no son el escenario ideal para niños tan pequeños porque no sienten que tengan una función específica.
Durante todo el acto, el joven Jacques estuvo inquieto, mirando hacia los lados y nervioso aunque el momento favorito del royal fue cuando pudo apreciar desde cerca los trofeos que trajeron consigo los jugadores de baloncesto profesionales. Charlene acurrucó a su hijo Jacques de ocho años durante el posado que su hizo con todo el equipo para la fotografía familiar.
La familia real de Mónaco con los jugadores de baloncesto ganadores del trofeo nacional
Looks veraniegos para toda la familia real
Los looks escogidos para la ocasión son la muestra de que el verano ya ha llegado al Mediterráneo. El hijo de Charlene y Alberto que posó entre sus dos padres para la foto colectiva iba con una camisa celeste de manga corta, unos pantalones oscuros largos y unos zapatos en tono azul.
La ex nadadora olímpica lució un top sin mangas de gasa en tono blanco y unos pantalones de vestir en color crema que llevaban un cinturón en un color plateado. Con un maquillaje sencillo y natural y unos pendientes de aro, la princesa de Mónaco irradió elegancia en su atuendo.
El príncipe Alberto, muy elegante, escogió una chaqueta azul marino, una camisa blanca, con una corbata roja y unos pantalones beige. Todos los royals escogieron una gama cromática parecida y no hubo ninguna discordancia entre los diferentes looks.
A pesar de que la princesa Charlene lleva el pelo castaño, es asombro el gran parecido que su hijo Jacques tiene con ella. En algunas de las imágenes se aprecian que comparten algunas facciones y algunos gestos, aunque también son perceptibles algunos de los rasgos del royal monegasco en su hijo.
Hace unas semana se veía a la familia Grimaldi casi al completo en las diferentes actividades y homenajes que se organizaron en Mónaco con el motivo del homenaje del 100 aniversario del padre de Alberto, Rainiero de Mónaco. En uno de esos actos el príncipe Jacques y su hermana, la princesa Gabriella, disfrutaron de la compañía de sus padres y de sus tías. Hubo posado oficial en el que Carolina de Mónaco intentó evitar salir para así no compartir plano con la princesa Charlene.
La relación entre las cuñadas sigue siendo tensa y por el momento no parece que pueda haber treguar entre ellas. Alberto de Mónaco se encuentra en medio de su hermana y su esposa, aunque tras año de desacuerdos y desaires, parece que ha encontrado el equilibrio evitando involucrarse en el conflicto.