Los rumores de separación entre Charlene (45 años) y Alberto de Mónaco (65 años) no cesan. Ni el comunicado por parte de la Casa Real ni su reciente aparición conjunta ha hecho aminorar las informaciones que apuntarían a que el matrimonio ya está completamente roto, especulaciones que han ganado peso después de que la sudafricana haya sido fotografiada sin su anillo de casada.
¿Con o sin anillo? Los últimos movimientos de la princesa de Mónaco están siendo cuanto menos confusos. Parece que Charlene está jugando al despiste y es que cabe recordar que hace solo unos días posaba para las cámaras presumiendo orgullosa de esa pieza de diamantes que Alberto le entregó al tiempo que le juraba amor eterno. Pues bien, tal y como ha publicado el diario 'Daily Mail' en exclusiva, la exnadadora era pillada paseando por las calles de Milán sin el anillo solo unas horas antes.
En las imágenes se puede ver a Charlene, sin gota de maquillaje, paseando por la ciudad italiana en solitario. Con gesto serio y un look informal formado por sudadera gris, pantalón de color negro y mocasines a juego, pero ni rastro de esta pieza de alto valor económico (y a priori sentimental). Según apuntan diversos medios, esto explicaría el doble juego que plantean desde el Principado que no sería otro que mostrar públicamente una aparente unión que realmente es inexistente.
El uso o no de su alianza no sería noticia si la princesa no la llevara de manera habitual. Cabe recordar que doña Letizia se quitó la suya hace más de una década y no la ha vuelto a utilizar porque ella misma aseguró que le provocaba heridas al tener que saludar a tanta gente.
Charlene y Alberto de Mónaco: una relación eternamente en entredicho
Da igual que lleven más de una década juntos y que hayan reaparecido hace solo unos días juntos, los rumores de separación entre Charlene y Alberto de Mónaco les persiguen incluso antes de que se dieran el 'sí, quiero' allá por 2011. Ya entonces se especuló con que la sudafricana, sobrepasada por la presión mediática, quiso cancelar la boda, algo que, a la vista está, no ocurrió. Cabe recordar la ya histórica imagen de su rostro completamente desolado en el mismo día de su boda, instantánea que provocó que se la denominara como 'la princesa triste'.
Como dos extraños, la realidad es que nunca ha dado la impresión de que el suyo sea un matrimonio feliz, ni siquiera tras la llegada de Jacques y Gabriella en 2014. Sea como fuere, Alberto y Charlene siguen juntos a pesar de los rumores y con motivo de su 65 cumpleaños, fecha que celebraron juntos, Alberto destacó que al margen de la corona si había algo de lo que se sentía orgulloso era de su mujer y de sus hijos.