Los rumores de divorcio entre el príncipe Alberto de Mónaco (65 años) y Charlène Wittstock (46 años) vuelven una vez más a sonar con fuerza. Nunca pasan más de unos meses hasta que, una vez disipados, estos vuelven a resonar en la prensa especializada de nuevo. Ahora lo ha publicado la revista 'Royauté'. Sin embargo, ahora la Casa Real monegasca ha dado un paso al frente y ha desmentido, con rotundidad, que el divorcio sea inminente.
Las declaraciones oficiales al respecto no son costumbre en Mónaco, por eso llama especialmente la atención este pronunciamiento que tacha de "maliciosos" los nuevos rumores. Lo cierto es que la relación de Alberto y Charlène ha estado en entredicho desde sus mismos inicios, cuando se publicó que la princesa habría intentado poner fin a su enlace pocos días antes de que este se produjera.
Los rumores de ruptura entre Charléne y Alberto de Mónaco nunca cesan
Los rumores de ruptura entre el matrimonio real de Mónaco no han cesado desde que se dieran e sí quiero en 2011, incluso antes. Ya entonces se especuló con que, la ahora princesa, quiso huir de Mónaco pocos días antes de casarse. Su rostro el día de la ceremonia, compungido y sin dar muestras de la típica alegría que se espera en una novia dio la vuelta al mundo.
Entonces se dijo que no le habían permitido cancelar la boda para evitar el escándalo pero el hecho de que Alberto y ella pasaran la luna de miel alojándose en hoteles diferentes no hizo más que incrementar las críticas. La explicación fue entonces que esta decisión se había tomado por motivos de seguridad pero a pocos pareció encajarles.
Después de aquello, el hecho de que Charlène haya faltado a muchos de los actos que se han celebrado en el principado y que cuando aparezca siempre sea en una actitud seria y de mirada perdida, nunca ha dado la impresión de que el suyo sea un matrimonio feliz. Ni siquiera cuando fueron padres, cesaron los rumores de ruptura.
El último año ha sido incluso más intenso a este respecto y es que, debido a una grave infección de ORL, la princesa ha tenido que permanecer una larga temporada en Sudáfrica, ya que los médicos lo le permitían viajar después de haber pasado hasta tres veces por quirófano.
El regreso de Charlène y de los rumores de divorcio
Charlène volvió a Mónaco 6 meses después pero su delicado de salud no le permitió retomar sus obligaciones como princesa monegasca. Charlène se trasladó entonces a Suiza, a recuperarse en una exclusiva clínica.
Nada de lo que sucede en este matrimonio está exento de polémica pero llama poderosamente la atención que ahora que por fin la exnadadora ha podido retomar su vida al lado de Alberto, este medio especializado, lance una vez más, la noticia de que el divorcio entre ambos es inminente. La Casa Real de Mónaco, esta vez sí, ha considerado oportuno dar explicaciones y han negado con rotundidad que la separación vaya a producirse.
La periodista Brittani Barger es la que se ha puesto en contacto con ellos. "He hablado con el Palacio y han negado los rumores de una ruptura. Han dicho que la especulación es infundada". Quizá los rumores se acallen de una vez por todas si Charlène acude sonriente al Baile de la Rosa, o quizá siempre les acompañen. Pero al menos, de memento, parece que seguirán casados.