Charlene de Mónaco (45 años) ha vuelto a ser noticia por su plantón a la familia real monegasca. Una parte importante del clan Grimaldi ha vuelto a reunirse ante las cámaras tras la celebración del Baile de la Rosa. El príncipe Alberto, su hermana Carolina, Carlota Casiraghi y Alexandra de Hannover se han desplazado hasta el Museo Nacional de Mónaco con motivo de la inauguración de la exposición de George Condo Humanoids en Villa Paloma.
Unión, risas, complicidad... Alberto ha pasado un gran día junto a su hermana y sus sobrinas, prueba que confirma que no solo se llevan a las mil maravillas sino que puede contar con ellas siempre que lo necesite para los actos institucionales, algo que no parece tan fácil con su mujer, cuya agenda oficial es cada vez más reducida. Pero, ¿dónde estaba la princesa? Desde la Casa Real no responden a la pregunta y la última imagen que hay de ella es paseando por las calles de Milán completamente sola, lo que ha vuelto a despertar los rumores de separación del matrimonio.
Carolina y Carlota pasión por el tweed: Duelo de estilo entre madre e hija
Madre e hija dejaron las lentejuelas a un lado para dar paso a su pasión por el tweed. Mientras que la princesa de Hannover optó por la elegancia y la sofisticación de una chaqueta multicolor firmada por Chanel que combinó con unos pantalones palazzo de tiro alto en color beige y los icónicos salones 'Slingback' con puntera negra. Carlota, fiel a las últimas tendencias, también recurrió al tweed en su máxima potencia. La filósofa estaba ideal con un precioso traje de cuadros en color blanco y negro compuesto por chaqueta cropped y pantalón de corte ancho a juego. Un conjunto que pertenece a la Pre-Collection de primavera-verano 2023 y que nos ha enamorado nada más verlo. Finalmente, ambas han completado sus outfits con minibolsos acolchados de la maison francesa, Carolina en color aguamarina y Carlota en blanco.
La mala relación entre Charlene y Carolina de Mónaco
¿No asistió al Baile de la Rosa porque no quiso o no estaba invitada? Son muchas las informaciones que apuntan a una mala relación entre Carolina y Charlene de Mónaco desde hace años, un distanciamiento que justificaría las continuas ausencias de la sudafricana en uno de los eventos más importantes del Principado. Según los medios franceses, la primogénita de Grace Kelly nunca aceptó a la mujer de su hermano por temor a que pudiera hacerle sombra como verdadera primera dama de Mónaco, pero no sería tan así y es que otros aseguran que Carolina no ve en Charlene a una digna sucesora de la corona.
La última vez que se las pudo ver juntas fue el pasado mes de noviembre con motivo del Día Nacional de Mónaco, un encuentro familiar en el que cada una ocupó su posición sin intercambiarse gestos ni palabras.