Seguir los pasos de Kate Middleton no es fácil. A veces sola o en compañía de algún miembro de la familia real británica, la princesa de Gales cuenta con una apretada agenda repleta de actos por todo el país. Unas salidas públicas en las que tiene una gran aliada: la sargento Emma Probert. Su guardaespaldas desde hace más de una década, la mujer de 43 años se ha convertido en su sombra y casi su ángel de la guarda desde 2010, cuando comenzó en el puesto. De hecho, aunque pase desapercibida, no hay día importante de la mujer del príncipe Guillermo en el que no haya estado, hasta el punto de que incluso viajó en el asiento delantero del Rolls Royce en el que llegó a la Abadía de Westminster el día de su boda.
Un trabajo por el que ahora ha sido condecorada. Fue el pasado octubre cuando Emma Probert fue nombrada miembro de la Royal Victorian Orden, una orden de caballería en la que entran personas que se han distinguido en el servicio prestado al monarca o a su familia. Una distinción que la policía ha recibido gracias a su trabajo con Kate Middleton, pero también con las princesas Eugenia y Beatriz de York, de quienes también fue guardaespaldas.
Siempre a unos metros de la princesa de Gales, Emma consigue pasar desapercibida gracias a que nunca va con uniforme. De hecho, la hemos visto detrás de Kate Middleton con casi cualquier vestimenta, desde los tacones hasta la falda pasando por los trajes de chaqueta.
Eso sí, aunque no lleve uniforme, la mujer, que forma parte del Escuadrón de Protección de Scotland Yard, sí que va armada. Según el diario ‘Daily Mail’, la policía lleva una pistola Glock de 9 mm, una pistola eléctrica y un chaleco antibalas. Por si eso fuera poco para proteger a la pareja del príncipe Guillermo, también es experta en artes marciales.
Con los años Emma se ha convertido en el particular ángel de la guarda de Kate Middleton, con quien de hecho, la mencionada publicación asegura que mantiene una muy buena relación. Ambas congeniaron desde el primer momento y han conseguido forjar una amistad.
En el plano personal, la vida de Emma está marcada por un trágico momento que vivió en marzo de 2009, cuando su marido, Michael Probert, murió a los 42 años tras sufrir un accidente de esquí durante unas vacaciones en los Alpes. La policía, que todavía no trabajaba para Kate, se encontraba presente cuando su pareja se estrelló contra una valla de madera. Un duro episodio que sin dudas ha marcado sus últimos años y tras el que se convirtió en la sombra de la princesa de Gales.