Hace tan solo unas semanas la revista Lecturas destapaba en exclusiva un encuentro entre el príncipe Federico de Dinamarca (55 años) y Genoveva Casanova (47 años). Ha sido la noticia del mes, sin ningún tipo de dudas, que ha dado la vuelta al mundo y ha tenido una repercusión internacional que nadie podía imaginar por todo lo que implicaba. En la tarde de este lunes en ‘TardeAR’ han emitido más imágenes de aquella noche o, más bien, de aquella mañana en la que el heredero danés abandona la vivienda de la mexicana.
En las nuevas imágenes que se han retransmitido en el programa de Ana Rosa Quintana (67 años), se pueden ver todos los pasos que hizo el marido de Mary Donaldson (51 años), los cuales han analizado en el programa de las tardes de Telecinco. De todos sus movimientos se puede extraer una importante y determinante decisión que Federico tomó en aquel momento, como es el hecho de no querer decirle a sus escoltas el lugar en el que se encontraba, ya que lo recogieron en otra ubicación diferente de la casa de la ex de Cayetano Martínez de Irujo.
La decisión de Federico de Dinamarca
El hecho de que el hijo de la reina Margarita (84 años) pasó la noche en el domicilio de Genoveva es algo ya conocido, tras la cena en El Corral de la Morería y su paseo por el parque de El Retiro. Sin embargo, hay algunos hechos que no habían sido analizados todavía y que pueden resultar muy claves en todo este entramado del que cada vez van surgiendo mayores datos.
De hecho, la decisión que toma de llamar a sus escoltas para que le recojan en una parada de autobús cercana al domicilio de Casanova ha sido una cuestión debatida en el mencionado programa. “¿Por qué no llama en la puerta de dónde estaba?”, pregunta la periodista Sandra Aladro para que así el coche oficial pudiera recogerle sin que estuviera paseando por las calles de Madrid en solitario. La respuesta de la colaboradora es muy sencilla, ya que “es un viaje totalmente clandestino, lo denota su actitud”.
La cronología de la salida de Federico de Dinamarca de casa de Genoveva Casanova
Lo ideal para un miembro de la realeza y, sobre todo, para un heredero a la Corona sería que estuviese acompañado por un escolta, tal y como han destacado en el programa de Ana Rosa. Sin embargo, Federico abandonó la vivienda de Genoveva y salió a pasear por las calles de Madrid a las 8 y media de la mañana, pudiendo haber sido recogido en la puerta del portal sin correr el riesgo de pasear en solitario por las calles de la capital española.
Una vez recorre varias calles decide pararse en una parada de autobús. Allí realiza una llamada, en lo que presumiblemente será a su equipo para que puedan ir a recogerlo. Mientras llega el coche, sorprende que coge un papel de su bolsillo, lo rompe y lo tira directamente a la papelera que se encuentra junto a la marquesina. Unos minutos después aparece el coche oficial, al cual Federico le lanza la pierna como una especia de señal que determina que se encontraba allí esperando.
Una vez llega el coche a recogerlo, el príncipe coge su maleta de viaje y la introduce él mismo en el maletero, sin esperar a que un miembro de su coche oficial se baje a guardarla. Además, sorprende también el hecho de que ninguna de las dos personas que van en el interior del vehículo se bajan a abrirle la puerta, como suele ser habitual en miembros de la monarquía. Es más, uno de ellos le abre la puerta desde el interior mientras Federico se introduce en el coche y ponen rumbo al aeropuerto.
El peligro de la decisión de Federico de Dinamarca
Tal y como han indicado en la propia tertulia que se ha organizado en el programa de Telecinco, la toma de esta decisión implica un gran peligro por parte del futuro rey danés. La propia Sandra Aladro ha manifestado lo que opina sobre ello. “Una imagen inapropiada, totalmente inusual para un príncipe que tiene que ir acompañado de escolta”, expresaba tras ver las imágenes en movimiento.
“Lo verdaderamente preocupante es esta manera de proceder, poniéndose en peligro. Le estaban persiguiendo reporteros gráficos, podían haber sido otros...”, señalaba la periodista. Además, ha indicado que lo habitual es que desde el país nórdico traigan su propia escolta o en el caso de que así no sea, desde nuestro país se le proporcionaría para que no estuviera sin vigilancia. Sin embargo, el hecho de no estar presentes denota una actitud cuanto menos sorprendente.