De nuevo Alberto y Charlene alejan sus agendas privadas. Mientras la princesa de Mónaco pasa unos días de descanso en Córcega en plenas fiestas navideñas, su marido ha viajado hasta Londres para celebrar un cumpleaños muy especial.
Nada más y nada menos que el de Nicole Coste, madre de Alexandre, el primer hijo -ilegítimo- varón de Alberto. A pesar de las polémicas que protagonizaron al no querer Alberto reconocer a su primogénito, finalmente terminó aceptándolo -al igual que sucedió con su hija Jazmín Grace, fruto de su relación con Tamara Rotolo- parece que ahora mantienen una bonita amistad.
Su papel de padre en la distancia ha dado un giro de 180º en una fecha tan especial tanto para su hijo como para la de su examante. Además del cumpleaños de Nicole, Alberto se ha desplazado a Londres para asistir a la graduación de su hijo Alexandre.
A sus 16 años, cumplidos el pasado 24 de agosto, el joven, que fue inscrito en su nacimiento con el nombre de Éric Alexandre Stéphane Tossoukpé, es fruto de la relación del príncipe monegasco con la azafata togolesa Nicole Coste, a quien conoció en un vuelo de Air France, compañía aérea para la que trabajaba. Surgió entonces una relación que duró seis años hasta que, al parecer, el príncipe Rainiero le pidió que pusieran punto y final a su historia de amor.
A pesar de que el soberano se hizo responsable de la manutención de su hijo, el no tener reconocimiento legal supuso que su expareja publicara la situación, una noticia por la que el medio Paris Match fue demandado por Alberto de Mónaco, quien alegó "invasión de su privacidad". Finalmente, a través de su abogado, Thierry Lacoste, el 5 de julio de 2005, admitió públicamente a través de un comunicado su paternidad.
Fue en 2006 cuando en una entrevista realizada en Estados Unidos el monegasco manifestaba que sus dos hijos extramatrimoniales, Jazmin Grace y Alexandre, contarían con su apoyo financiero, pero que estaban excluidos de la línea sucesoria, según dicta el artículo 10 de la Constitución de Mónaco, que estipula que solo los descendientes "directos y legítimos" del monarca o, en este caso, sus hermanas pueden heredar el trono. Sin embargo, sí optarán a la herencia del príncipe Grimaldi.