Pasaron más de dos meses sin acudir juntos a un acto público, y los rumores de embarazo no tardaron en llegar. Alberto y Charlene de Mónaco mantienen una relación que, a pesar de haber superado ya ocho años desde su enlace, no deja de estar en el punto de mira.
Sin embargo, desde el pasado 15 de noviembre, cuando precisamente repetían la acción que han protagonizado esta mañana, la pareja se ha dejado ver en varias ocasiones, entre las que destaca el Día Nacional de Mónaco, celebrado el 19 de noviembre.
Además de los posados familiares que ya son tradición desde el balcón de Palacio, los príncipes se fotografiaron en un nuevo retrato oficial de la familia Grimaldi, acompañados de sus hijos Jacques y Gabriella, Estefanía y Carolina de Mónaco, Alejandra de Hannover, Andrea y Tatiana Casiraghi con sus hijos mayores, Sasha e India, Louis y Marie Ducruet, y Pierre y Beatrice Casiraghi.
Después de esta reunión familiar, Charlene y Alberto continuaban con sus agendas por separado, pero volvieron a reunirse para una cita muy especial, quizá la más importante del año para ellos. Los mellizos cumplían cinco años el 10 de diciembre, y no dudaron en dar una gran fiesta "muy pitufa" dentro de Palacio y rodeados de sus compañeros de clase.
Y de nuevo, los príncipes han protagonizado un acto público en la oficina de la Cruz Roja de Mónaco, donde han vuelto a ofrecer unas bolsas con diferentes obsequios a las personas más desfavorecidas.
Mostrando una vez más su faceta más solidaria y el compromiso que ambos royals tienen que con esta organización, el hermano y la cuñada de Carolina de Mónaco han pasado la mañana entregando estos regalos y charlando con algunas de las personas que han acudido a recibirlos. El protagonismo, sin duda, lo ha llevado Charlene, como viene siendo habitual en este tipo de actos, en los que Alberto deja que sea su mujer quien lleve la voz cantante.
A pesar de que hace años que la princesa ha reducido en gran medida su agenda oficial, concretamente desde el nacimiento de sus pequeños, sí que continúa asistiendo a dos citas muy importantes para su marido: el baile de la Cruz Roja en julio ni las fiestas de Santa Devota, patrona del principado. En el caso del tradicional Gran Baile de la Rosa, la imponente gala anual que celebra Mónaco para dar la bienvenida a la primavera y que supone la fiesta más esperada del año, Charlene suele ausentarse con sus pequeños.
Estas Navidades, que pasarán todos juntos en el Principado, se espera que Alberto y Charlene realicen un posado oficial junto a los pequeños Jacques y Gabriella, que siempre consiguen convertirse en centro de atención allá donde van.