Tras el Viernes de Dolores, con el Domingo de Ramos arranca una de las semanas más importantes de la tradición cristiana. En numerosos puntos de España se celebran procesiones que rinden culto a la entrada de Jesús en Jerusalén, así como a la pasión y muerte en la cruz y, por último, la resurrección.
Sevilla y Málaga son dos de las ciudades en la que más profundamente se vive el fervor cristiano en estos días de recogimiento. A sus habitantes se les saltan las lágrimas de emoción al ver los pasos y los tronos, ya sea del Cristo o de cualquiera de las advocaciones de la Virgen existentes en nuestro país. Un silencio sobrecogedor sorprende al visitante que tiene la ocasión de presenciar las procesiones por primera vez, silencio que solo rompe la música de cornetas y tambores, o alguna saeta que, de manera espontánea surge del público.
Muchos son los famosos que no se quieren perder la Semana Santa y aquí hemos hecho una pequeña recopilación de algunos de ellos.
La tristeza de Terelu Campos
Ya el año pasado, Terelu vivió una de las Semanas Santas más tristes de su vida y es que el delicadísimo estado de salud de su madre, María Teresa Campos, le impidió viajar a Málaga para disfrutar de las procesiones.
Este año su ausencia se notará todavía más, después de que María Teresa falleciera el pasado 5 de septiembre, un duro golpe que Terelu trata de asimilar desde entonces. "Se me caen las lágrimas mientras escribo esto y me cuesta recuperar el aliento al saber que la persona más importante de mi vida no volverá a estar nunca más en su Semana Santa malagueña. Me rompe el corazón en mil pedazos porque sé lo mucho que la ha disfrutado durante tantos años", escribió Terelu en su blog de Lecturas.
A solas con Alejandra
Este 2024, además, hay otra ausencia en la familia Campos, la de Carmen Borrego, que se encuentra en Honduras participando en 'Supervivientes'. Terelu y su hija, Alejandra Rubio, están solas en esta ocasión para ver las procesiones de Málaga. Lo que sí es seguro es que Terelu no faltará, al menos, el Domingo de Ramos y el Lunes Santo, ya que todos los años cumple con las dos promesas que hizo hace años. Una, cuando estaba casada con Alejandro Rubio y quería quedarse embarazada –deseo que se cumplió–, y la segunda, cuando le pidió al Cautivo que la curase del cáncer que padecía.
Terelu es especialmente devota de Jesus El Rico, cofradía de la que su padre era costalero y cuyo cordón la hija de Teresa Campos guarda como oro en paño. También, y al igual que su madre, Terelu es muy ferviente del Cautivo, como ha quedado dicho, que procesiona el Lunes Santo. "Hace muchos años le hice una promesa. Me había casado, no me quedaba embarazada y se lo pedí a él prometiéndole que vendría a verlo procesionar cada año. Y así lo he cumplido siempre", escribió Terelu en sus redes.
Antonio Banderas, mayordomo
Mayordomo de la Hermandad de la Virgen María Santísima de Lágrimas y Favores, Antonio Banderas, acompañado de su hermano Javier –en la foto, tras él– no falta a su cita con la Semana Santa de Málaga.
El actor ha sabido contagiar a los de su alrededor la pasión que se siente al paso de los tronos. Así lo hizo con su exmujer, Melanie Griffith, y con su actual pareja, Nicole Kimpel. Antonio lleva 20 años sacando el trono de La Dolorosa el el Domingo de Ramos.
Francisco Rivera, costalero
Francisco Rivera vive la Semana Santa muy involucrado. Sale como costalero en los pasos de El beso de Judas y en El Cristo de las Tres Caídas, del que su padre, Paquirri, era muy devoto. Francisco se prepara desde enero para su función llevando el paso y asegura que, estando bajo él, "entiendo que Dios está ahí".
En 2023 aseguró a La Vanguardia que, haciendo de costalero, se le pone la piel de gallina. "Es sobrecogedor". Y también hace una confesión, menos espiritual: "Bajo el paso, los altos se ponen delante y los bajitos nos ponemos detrás".
Eugenia y Tana, con el Cristo de los Gitanos
Fran ha conseguido transmitir a sus tres hijos el amor y la devoción por la Semana Santa sevillana. En el caso de su hija mayor, Tana Rivera, es cierto que ese fervor le viene también por parte materna, ya que tanto su madre Eugenia Martínez de Irujo, como su abuela, la fallecida Cayatana de Alba, eran dos devotas del Cristo de los Gitanos, que procesiona el Miércoles Santo.
A Eugenia y a su hija Tana, la procesión que más les emociona es la del Cristo de los Gitanos en la Madrugá del Jueves Santo, que suelen seguir desde el Palacio de Dueñas, como hacía la fallecida duquesa de Alba.
Todavía se recuerda que el paso hacía una parada a las puertas de la residencia de la duquesa porque allí Cayetana les sacaba tortilla de patatas, frituras y refrescos a los costaleros. Ahora, en honor a ella, el paso se detiene en el mismo lugar y los nazarenos le cantan una saeta en recuerdo a la duquesa fallecida.
María del Monte, la incógnita
No sabemos si María del Monte se dejará ver esta Semana Santa por Sevilla. Para la cantante han sido siempre unas fechas muy señaladas, pero los últimos acontecimientos –el atraco con violencia a su casa y la presunta implicación en el robo de su sobrino Antonio Tejado–, tienen a María del Monte y a su mujer, Inmaculada Casal, con el corazón en un puño.
En la imagen de archivo, vemos a una María del Monte, feliz, junto a Cayetano Martínez de Irujo, en una de las procesiones de Sevilla.
María del Monte es madrina del Cristo de Montisión y es una apasionada de las procesiones, que suele presenciar a pie de calle o desde algún balcón privilegiado, como el de un hotel que está ubicado frente a la mismísima catedral. ¿Veremos este año a María y a su mujer? Esa es la gran incógnita.
Amaia Salamanca, sevillana consorte
La actriz madrileña Amaia Salamanca también se ha contagiado del fervor de la Semana Santa sevillana desde que, en 2010, unió su vida a la del empresario Rosauro Varo, con quien tiene tres hijos, Olivia, Nacho y Mateo, de nueve, siete y seis años, respectivamente.
A Amaia la hemos visto presenciar las procesiones desde un privilegiado balcón, y también hemos visto a Rosauro pasear por las calles de Sevilla con sus pequeños vestidos de nazarenos.
Independientemente del sentido religioso de la Semana Santa, que por supuesto lo tiene, no es extraño que las procesiones y el ambiente que se respira durante estos días en nuestro país hayan resultado merecedores de ser declarados Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2017 por la Unesco. Dicho de otro modo: si no lo has visto ni vivido todavía, ¿a qué estás esperando?