El aniversario más amargo de la muerte de Carmina Ordoñez: Sus hijos no se hablan

Pocos aniversarios más dolorosos que el 23 de julio para Francisco y Cayetano Rivera; así como para Julián Contreras. En este aciago día, en el año 2004, fallecía Carmina Ordoñez, la madre de estos tres hijos que, 19 años más tarde, ven cómo su relación está completamente resquebrajada. ¿Podrán recuperarla algún día?

La dolorosa (e inesperada) muerte de Carmina Ordoñez

Carmina Ordoñez falleció en su casa de Madrid a los 49 años, fiel a una promesa autocumplida. “No voy a llegar a los 50 años”, solía decir. Pero pocos se la tomaban en serio, “¡qué ocurrencias!”, “¡menudas cosas dices, mujer!”. Pero pasó. La hija de torero se golpeó la cabeza en la bañera y esto acabó con su vida. Cuando fue encontrada, nada se pudo hacer por ella. En ese mismo momento, las existencias de Francisco y Cayetano, nacidos de su matrimonio con Paquirri, así como la de Julián, fruto de la relación con Julián Contreras, cambió para siempre.

El recuerdo de Fran Rivera para Carmina Ordóñez.

Desde entonces, cada 23 de julio duele como un puñal. Es un día teñido de rojo en el calendario. Cada uno la recuerda a su manera, con cariño, con nostalgia y con mucha pena. Especialmente desde que, entre los tres hermanos, la relación hace aguas. Ya es imposible que se consuelen en este dolor compartido, así que, al final, han optado por vivir el duelo de manera unitaria, cada uno por su lado.

Este 2023, Francisco Rivera la recordaba con una preciosa fotografía, “¿La hay más guapa?”, preguntaba a sus seguidores. La belleza de Carmina Ordoñez, con su tez morena, su melena salvaje y sus ojos oscuros, llenaba Instagram y la red social del marido de Lourdes Montes se llenaba de piropos a la mujer que más disfrutó Marraquech.

Las adicciones de Carmina Ordoñez, punto de desencuentro con sus hijos

"El favorito de mi madre era yo”, dijo Fran en ‘Déjate querer’. “Mi madre y yo teníamos una relación muy especial. Soy un calco de mi madre en muchas cosas”; le decía con confianza a Toñi Moreno. Aún así, la relación no fue idílica. También estuvieron enfadados durante algún tiempo, pero asegura que siempre la “adoró”. “La echo de menos cada día”, resolvió.

Las adicciones de Carmina también marcaron las vidas de sus hijos. Con Fran supuso un importante distanciamiento, que le ha llevado años de ejercicio mental hasta comprender que su madre era una víctima más. “Una adicción como la que tenía ella, destruye a una familia. Las adicciones lo destrozan todo. Es lo peor que le puede pasar a una familia”. Le costó entender por qué se comportaba cómo se comportaba, por qué tomaba según qué decisiones. Sencillamente, porque no era ella, era su enfermedad la que la movía. Poder hacer un ejercicio semejante requiere madurez y empatía. Y, finalmente, Francisco supo encontrarlas. Por supuesto, no le guarda rencor y su corazón solo tiene cariño para ella.

Julián Contreras, que solo era un adolescente cuando su madre falleció, se vio años después repitiendo el mismo patrón que Carmina. Él también cayó en las adicciones. “Hay un cierto paralelismo entre lo que le ocurrió a ella y lo que me pasó a mí”, dijo hace unos años a ABC. “Yo estuve con la misma farmacología que ella, y con un exceso similar al de ella. Lamentablemente, ella no lo pudo dejar atrás. El hecho de que yo lo consiguiera, para ella hubiese sido un motivo de gran alegría. Ha sido una lección muy dura porque nunca -jamás, hasta que lo he sufrido-, pude imaginarme lo mal que lo pasó mi madre con su adicción”. Y eso qué él, de niño, contaba que había hecho todo lo que estaba al alcance de su infantil mano para ayudarla; hasta se plantó para hablar con un especialista que la ayudase.

Los hermanos Ordoñez, en mayor o menor medida, han hablado de estos complicados episodios sobre las adicciones de su madre; Cayetano Rivera, siempre el más parco en palabras, ha sido el que menos ha compartido estas vivencias. Pero, con él tiempo, ha demostrado querer estar ahí para quienes atraviesan algo parecido, como es el caso de su hermano Kiko Rivera; que también ha tenido que hacer frente a las adicciones.

La relación completamente rota de los tres hijos de Carmina Ordoñez

Desde hace años, concretamente desde 2016, la relación entre Francisco y Cayetano con Julián es nula. Él ha tratado de acercarse a ellos, pero los Rivera no le perdonan que, nada más finalizar el enlace del segundo con Eva González, se sentara en el ‘Deluxe’ para hablar de los feos que había sufrido en la boda. Eso no gustó a ninguno y, tras ello, se alejaron de él; para, en contraposición, acercarse a su otro hermano, esta vez por parte de padre, Kiko.

Julián ha estado al límite. Su situación económica y familiar ha sido asfixiante. Contreras padre ha perdido casi por completo la visión y han sufrido un desahucio, pero sus hermanos mayores no la han prestado ninguna clase de apoyo. El menor de los hijos de Carmina ya no cuenta con ellos. Pero, aún así, le duele el olvido de sus hermanos.

Por su parte, Francisco y Cayetano Rivera, que siempre habían sido uña y carne, están más distanciados que nunca. ¿El motivo de dicha frialdad? Que Fran no contó con su hermano para la Goyesca de Ronda del pasado año, una festividad taurina de gran tradición entre los Rivera y que ahora él se encarga de organizar. El nuevo novio de María Cerqueira no fue invitado a participar, algo que vivió como una estocada mortal en su relación.

Este año han pasado alejados, viviendo su pena en soledad, el día en el que sus vidas se truncaron para siempre. El día en el que Carmina Ordoñez pasó a ser una estrella más en el firmamento. Y antes de los 50 años.