Jesús Quintero se convertía en leyenda este lunes. El 'loco de la colina' fallecía a los 82 años en la residencia Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique (Cádiz) en la que residía desde hace varias semanas a consecuencia de los serios problemas de salud que arrastraba por una dolencia respiratoria. Convertido en todo un referente del periodismo patrio, siempre le envolvió un enorme misterio en lo relativo a su vida personal.
Al margen de su dilatada carrera frente a las cámaras son pocos los detalles que se conocen de una vida privada en la que siempre ha estado rodeado de mujeres, pero si hay dos personas que no se han separado de él hasta el último momentos han sido sus dos hijas.
Andrea y Lola están devastadas con la pérdida. Su primogénita, de 30 años, y fruto de su matrimonio con Ángeles Urrutia, decidía seguir sus pasos en el mundo del periodismo y los que la conocen aseguran que ha heredado la pasión por la escritura del presentador. Comenzó su trayectoria profesional al lado de su padre como Responsable de Comunicación del Teatro Quintero, pero después cambió de registro y actualmente trabaja como Responsable de e-Commerce, Social Media Strategist, CM y Ventas en un concesionario de coches.
Seis años después llegó Lola. Tras su separación de Ángeles Urrutia, Quintero inició un romance con Joana Bonet, también periodista. A diferencia de sus padres, Lola, de 24 años, optó por estudiar Políticas y Sociología en Reino Unido y actualmente trabaja como consultora en una empresa de servicios de relaciones públicas y comunicaciones. Muchos dicen que era la debilidad del periodista, quien definía a la benjamina como una mujer "culta e inteligente, además de charnega", mezcla andaluza y catalana igual que su hermana mayor.
"Mis tres grandes pasiones son la radio, la noche y mis hijas. Andrea es periodista, escribe con mucho arte, y Lola estudió Políticas y Sociología en Inglaterra, y es culta e inteligente. Pero fui un padre imperfecto. En la colina estuve a punto de volverme loco de verdad. Sí, las dos charnegas: andaluzas y catalanas de sangre", declaraba Jesús en una sincera entrevista a Joana Bonet, una de las mujeres más importantes de su vida.
Desde ayer, Andrea y Lola, que siempre han preferido mantenerse en un segundo plano, lloran desconsoladas la muerte de su padre.