Hace falta 'kriptonita' que no sea de este mundo para desmoralizar a Álex Lequio. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio lleva bregando con el cáncer desde hace casi dos años, y nuevamente, ha vuelto a demostrar que la mejor 'medicina' para afrontar una situación tan dura es el sentido del humor. El joven empresario, que ya se ha recuperado del reciente "resfriado oncológico" que le sobrevenía a consecuencia de una "bajada de defensas por el tratamiento", tal como contaba su madre, ha dado toda una lección de actitud desde sus redes sociales, y lo ha hecho sacando por Navidad su "espíritu infantil".
Álex ha podido disfrutar de estas fechas tan señaladas rodeado de su familia, que tanto se ha volcado con él. Entre reuniones y comilonas ha sorprendido a todos compartiendo en su Instagram una divertidísima foto. En la imagen aparece, con cara de circunstancias, subido a una atracción de niños en forma de pony. Y es que no las tenía todas con él mientras intentaba mantener el equilibrio. "Foto 'preocupao' por el límite de velocidad. Parece tontería, pero casi me pego un castañazo de narices. ¿Quién es partidario de no perder nunca el espíritu infantil?", ha escrito en redes.
Poco antes de que arrancaran las fiestas de Navidad, el joven Lequio se resentía de su salud y generaba una gran preocupación. “Simplemente llevo un par de jornadas con defensas bajas y no puedo salir de casa”, aclaraba inmediatamente después de cancelar su asistencia a un evento de organizado por su empresa por este motivo. Ana Obregón, en contra de los deseos de su hijo, también se pronunciaba al respecto para tranquilizar los ánimos y pedía respeto hacia su hijo y el complejo proceso de recuperación de una enfermedad como la que padece.
Unas complicadas circunstancias que no le han detenido para seguir trabajando ni tener gestos solidarios como el que ha arrancado en redes sociales con el que pretende ayudar, reconfortar y compartir información para "todas las personas que están viviendo un resfriado oncológico". Definitivamente, este 2020 tiene un sabor especial para Álex y su familia, pero seguirá contando con los ingredientes básicos: fortaleza y coraje.