Alaska se emociona al recordar a Bimba Bosé

Alaska es una persona dura. No expresa sus emociones tanto como su marido, Mario Vaquerizo, que es un torrente de lágrimas, risas locas y demostraciones de cariño. Olvido es bastante más comedida, por eso ayer, cuando visitó el plató de ‘Qué tiempo tan feliz’ resultó de lo más enternecedor verla emocionarse al recordar a una amiga que hace poco que nos ha dejado: Bimba Bosé.

Alaska y Mario pertenecían al círculo de amistades más íntimo de la modelo. A su lado vivieron muchas cosas, entre ellas la enfermedad, pero también otros recuerdos más alegres, como la última aventura televisiva de la madre de Dora y June. El matrimonio ejerció de ‘coaches’ en ‘Levántante All Stars’, donde ella participó al lado de Silvia Superstar.

La muerte de Bimba nos dejó hundidos a todos, pero para Alaska fue un mazazo aún más tremendo ya que cuando ocurrió ella estaba en México, disfrutando con su madre del país que la vio nacer . “Estas cosas cuando te pillan fuera”, explicaba a María Teresa Campos, “las asumes de otra manera menos natural que cuando estás con quienes tienes que estar en esos momentos”.

“Es un arranque de año difícil.Bimba y Paloma Chamorro han sido pérdidas muy distintas por edad y por trayectorias son distintas, pero son pérdidas muy grandes”. Olvido Gara también sacaba a relucir el reciente fallecimiento de Paloma Chamorro, presentadora de ‘La edad de oro’ y pieza clave de la Movida. Estas dos partidas han dejado completamente tocada a la hija de América, “en las enfermedades no puedes decir si te lo esperas o no, porque hay quien sigue adelante y hay quien no. Lo único que puedo decir es que Bimba tuvo una actitud bellísima y de humor”, recalcaba de la lucha de su amiga.

Alaska no quería mostrar una actitud derrotista, pues, en estos momentos, otro de sus grandes amigos también se encuentra librando una batalla contra el cáncer. David Delfín, el diseñador que tantas veces la ha vestido a ella y a su chico, ahora pelea contra tres tumores en el cerebro que le diagnosticaron hace un año.

No es momento para venirse abajo, sino para alabar la forma en la que hay que mirar a los ojos a estas enfermedades.