La modelo que fue considerada una de las grandes tops españolas, Bimba Bosé, ha fallecido en Madrida los 41 años de edad. La madre de dos hijas llevaba luchando desde el año 2014 con un cáncer con metástasis.
Ella fue revolución, rebeldía, singularidad y originalidad, la Bowie de las pasarelas. La sobrina de Miguel Bosé se convirtió por derecho propio en uno de los grandes nombres de la moda de este país. Ella aportaba frescura en un mundo en el que los encorsetamientos y la uniformidad parecen la única opción válida. Junto a su amigo y también socio David Delfín revolucionaron no solo la pasarela madrileña cuando aún se llamaba Cibeles, sino también la de Nueva York.
Según ha podido consultar el periódico ABC, la salud de Bosé se había resentido el ultimo mes. La modelo había sido ingresada en varias ocasiones en el Hospital Ramón y Cajal donde, hoy lunes 23 ha fallecido.
Tras el verano, Bimba tomó la decisión de marcharse con su novio y sus hijas al sur. La modelo se instaló en una casa en Cádiz, donde aseguraba estar mucho mejor que en Madrid, alejada de la bulliciosa y siempre estresante capital.
A su lado, como ha estado en los últimos años, Charlie Centa, otro guapo modelo, más joven que ella, y con absoluta devoción por su chica. Él se convirtió en su báculo, y cuando en 2014 empezó con la quimioterapia, él, solidario, también lució cabeza rapada para que no se sintiera sola en este trance. Hoy tendrá el corazón hecho añicos. Igual que todos quienes la conocieron, pues contaba con un nutrido grupo de amistades entre las que destacaba Mario Vaquerizo, Alaska, Topacio Fresh o Silvia Superstar, y precisamente a su lado tuvo su última aventura televisiva. Las dos artistas pusieron de pie al público en numerosas ocasiones en el programa de talentos ‘Levántante All Star’, donde también participó en una ocasión su hija mayor, Dora. Además de la adolescente, Bimba también era madre de June, que nació en casa, y solo tiene 5 años.
Hoy todos la recordamos fuerte, valiente, guerrera y única. Un ser excepcional que tuvimos la suerte contemplar. Gracias, Bimba por habérnoslo permitido.